El corazón negro y oscuro.
Inhabitado.
Buscaba desesperadamente su voz
que me enseñara a distinguir
entre lo bueno y lo malo.
Aquello que te hace sentir.
Sólo un corazón viejo
que se prepara
para morir.
Corre la sangre
roja y débil,
llevado por una larga muerte.
Me arrastro por la tierra
de un mundo desconocido
y que me da miedo,
del que tengo miedo sin ti.
Gobernado por el viento de medianoche
que me destruye
haciendo salpicar mi sangre
de esta afrenta que en mi yace.
Y que sangra por ti.
Las heridas que ponen
a prueba mi orgullo.
En este doloroso y constante castigo.
Que me va azotando y arrebatando cada sueño
que una vez fue mío.
Ya no hay voluntad.
Nunca más libre.
Nada es cómo solía ser
el vacío llenado por la agonía
no me queda nada más que dar.
En esta batalla
que lucho furiosa
por conseguir llegar a una meta
que desmorona el alma.
Viviendo en ti,
buscando en ti,
una mirada diferente.
Pero tus ojos sólo son extraños
cegados para ver.
Fuíste mi sueño,
fuíste mi vida
y ahora mi dolor.
No puedo pensar,
ni reflexionar,
sólo creer que tú estarás
cuando yo me haya ido ya.

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2 Comentarios

• 

  Elframoso

  Versos con mucha fortaleza!!!!!
  
  Me gustan!!!
  

  14/04/10 06:04

• 

  Aroint

  Estremecedor... estoy descubriendo tu poesía y es de esa que transmite un profundo dolor...
  
  Cuando las musas siempre son negras, confundiendo nuestro corazón con sus cantos de sirena, a veces brilla un blanco angel con un cielo contenido en el abrazo de sus alas... con la perdida de tan luminoso ser, el agujero negro del pecho parece tragarse la existencia.
  
  Me lo guardo....
  
  Saludos

  17/04/10 04:04