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La Verdad Tiene Dos Versiones 1º Parte

Me sentaba en el suelo con la barbilla en las rodillas, sentía la pena más profunda que podía haber conocido. Pues las cosas iban cambiando, ya no sé si por culpa mía. Vine buscando algo que dudaba que existiera. Y ahora permanezco retenida contra mi voluntad. Contra todos mis creencias en las que creía plenamente con una confianza ciega. De saber que en la vida puedes encontrar lo que realmente quieres. Y me daba de bruces contra el suelo pero aún así me costaba despertar de la caída. En la que me mantenía aferrada pues de la realidad, darme cuenta no quería. Y seguiré mientras pueda, mientras todavía sepa que de alguna manera u otra puedo cambiar las cosas.
¿Cómo entender lo que pasa? ¿cómo darle significado a lo que veo y lo que se supone qué es?
Y siento que tú eres el destinatario de todas esas preguntas cuyas respuestas no pueden ser ignoradas.
Un ininterrumpido humo salía del cenicero del último cigarro que me había fumado. Miré lentamente la habitación que quedaba en penumbra. La persiana seguía bajada desde el día anterior. Sólo un pequeño fragmento dejaba entrar la luz que me avisaba de que había amanecido. Había pasado toda la noche en vela. Buscando palabras tras palabra. Y me quedaba en blanco. Sólo pensando en tantos pensamientos que me rondaban la cabeza.
La puerta de la calle me sobresaltó. David acababa de marcharse para trabajar. Sin un “buenos días” , ni un “¿que tal la noche?”, ni una sola despedida...
Hacía tiempo que nuestra relación se había enfriado. A penas hablábamos, ni siquiera era capaz de mirarle. Evitaba sus ojos que siempre sabían entenderme sin hablarle.
Y no siempre fue así pues cuando lo conocí tenía la certeza que era diferente a los demás. Que por fin había encontrado lo que llevaba todo la vida buscando. Parecía el truco de un mago, en medio de un oscuro escenario que, conseguía asombrar y hacer sonreír a quién mirase y contemplase lo que era capaz de hacer.
Pues me iba ganando con cada palabra que sentía que era sincera, cada gesto que me envolvía y me iba seduciendo. Y sólo quería estar con él. Darle la vida que sentía que él me había dado.
Cómo explicar... cómo decir ... que no sabía que estaba viva hasta que lo encontré. Tanto tiempo hace de aquel momento, tanto... y que rápido van pasando los años como si fueras pasando hoja a hoja del calendario sin contar los días.
Y ahora me sentía decaída, hundida, sola, y sobretodo triste. Y él no se daba cuenta de cómo mojaba cada hoja que escribía, cómo se humedecía el mantel cuando comía, si comía... O cómo empapaba la almohada cada noche, cada madrugada.

Iba perdiendo poco a poco el interés por cada una de las cosas que antes disfrutaba haciendo
y ya dejaban de tener sentido. No encontraba la manera de levantarme del suelo, de ir a preparar el desayuno, lavar los platos de la cena de anoche. Estirar las sábanas que permanecían arrugadas, tender la ropa para dejar espacio a una nueva colada. Ver como se vaciaba el frigorífico, y era tan difícil salir a la calle... Tan difícil encontrarme con vecinos o amigos. Dar los buenos días esbozando, aunque fuera, una falsa sonrisa. Si moverme era difícil... hacer cualquier otra cosa, imposible.
Mantenía el pelo recogido, aquel que siempre me gustó llevar suelto, o lucirlo de alguna manera, captar la mirada de muchos... Ahora estaba desatendido como la ropa que llevaba, ni me gustaba buscar lo que mejor me quedaba, que ya no salía para comprar alguna nueva. Intentaba ocultarme tras ella, pasar desapercibida, que nadie me mirase.
Había dejado de ser quién era, aquella mujer que le gustaba cuidarse, que siempre estaba ojo avizor, que sabía adelantarse y sobretodo que manejaba los contratiempos sin ninguna dificultad, sin nunca caer en espiral.
Ahora me sentía hundida y enterrada, que ya había tocado fondo. Tan grande era la desesperación que me ahogaba en mi propio silencio, y sólo sabía soltar suspiros.
No podía recordar otro momento, cómo si toda mi vida hubiera sido más que una historia triste. Pero en el fondo sabía que no, que David había cambiado, que todo había cambiado, y que había hecho que yo cambiara también.


Canelita05 de mayo de 2010

2 Comentarios

  • Elframoso

    Espero la segunda!!!!!!!!

    05/05/10 08:05

  • Bunburyana

    wow enserio
    wow...

    me inquieto esto...

    deseo ver la segunda parte

    bien

    06/05/10 04:05

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