TusTextos

Llego la Hora.

Es el momento de dejar la voz de los demás como la segunda opción, es tiempo de escucharme a mí misma, de hacer lo que creo que es mejor para mi, de despreocuparme por el resto de la gente, de negar el hacer cosas por hacer daño, porque luego si me lo tienen que hacer a mi no les importa…
Llevo pensándolo mucho tiempo y estoy harta, harta por tener que tragarme noches enteras llorando hasta el día siguiente por personas que no merecen la pena, de ser tan buena hasta que llego a tonta, de despertarme y tener que pensar en alguien necesariamente, de tener que estar condenada toda la vida a depender de alguien para ser feliz, de echar de menos a esa persona que te agarre la mano mientras caminas por la calle, de escuchar una canción romántica y no tener en quien pensar, de que me pidan explicaciones de todos y cada uno de los movimientos que realizo. Pero no, ya no hay más, estos últimos meses me han hecho reflexionar, me han hecho ser yo misma, la típica borde, orgullosa y rencorosa, que es así porque le hicieron una herida que nunca llega a cicatrizar y que cada vez que intenta cerrarse haya alguien que meta el dedo en la llaga.
No hay ni una sola noche en la que no me acueste pensando en ese día, en ese maldito día que hizo que cambiara el rumbo de las cosas. Lo peor es que me siento culpable, ¿de qué? De que pasara, de que si yo ese día hubiera estado aquí, el no hubiera hecho nada, de que si no me hubiera enfadado todo seguiría igual, de mis putas rayadas que hacen que todo el mundo se vuelva loco, porque no solo me confundo a mi misma sino al resto de la gente.
Llevo tiempo planteándomelo, creo que necesito un cambio en mi vida, un cambio de aires, un cambio de gente, de lugares, necesito pensar en sí lo mejor es escucharme a mí misma, o escuchar a las voces de mis amigas intentando ayudarme, en si hacer lo mejor para mi o en hacer lo que sea mejor para todos, en si debo o no preocuparme o despreocuparme por el resto de la gente y en dejar de hacer cosas por no lastimar...
Ahora mismo no tengo nada claro. No sé en qué parte del planeta estoy, no sé en qué parte de España está mi cabeza y no sé en qué o quién debo pensar en estos momentos. Pero creo que llego la hora de dar las gracias y de pedir perdón.
Gracias aquellas personas que siempre están ahí cuando lo necesito, gracias por tardes que lleven un friki incorporado, un que me comas el higo, un peste, podrió, pozi o derivados, gracias por tiraros horas y horas hablando conmigo por teléfono, aguantando mis rayadas y mis chorradas, gracias por recibir sms míos a las tantas de la madrugada con una sonrisa en la cara solo por ver que era mío, gracias por dejarme cama tras una noche dura de fiesta, gracias por decirme en el momento justo todo lo que quería escuchar, por decirme las cosas como son, tanto si son buenas como si son malas, gracias por no mandarme a la mierda cuando os suelto alguna bordería de esas que suelo tener muchas, gracias por comentarios tan simples como un “te quiero” que valen más que cualquiera de 27 palabras, gracias por privados diciéndome que os voy a tener siempre y para lo que quiera, en definitiva gracias por escucharme, por sacarme una sonrisa, por brindarme miradas que me aportan complicidad, gracias por compartir momentos inolvidables conmigo, y gracias por ser como sois.
La parte fácil está hecha. Ahora toca pedir disculpas por todo aquello que hice mal…
Lo siento aquella persona que tuvo que escuchar una noche entera como el chico que le gusta se declaraba por mí, lo siento si por mi culpa rompí alguna relación, lo siento si hice que alguna vez con mis palabras llegaras a llorar, lo siento si alguna vez os he liado tanto para hacer algo que al final lo habéis hecho sin rechistar, lo siento si en alguna ocasión he intentado ayudar y he empeorado aún más las cosas, lo siento si me pongo cabezota y termino haciendo lo que me da la gana, lo siento si os he dado motivos para que desconfiéis de mi por mis actos, lo siento si alguna vez me he ido de la lengua, lo siento si os he faltado alguna vez que me necesitarais, y lo siento si no soy como esperabais que fuera.
Ahora es cuando realmente empiezo a ser feliz, cuando más a gusto estoy con la gente, cuando siento que las personas que mas aprecio están ahí y van a estar siempre. No voy a mentir, tengo miedo, tengo mucho miedo a confiar en alguien y me vuelvan a meter el dedo en la llaga de la herida que él me hizo. Necesito estar segura de mi misma, confiar en mi más que en nadie. Ese es el principio de todo, ese es el principio que quiero empezar con el…
Sí, he dicho bien, ÉL, la persona que me está ayudando muchísimo en estos momentos y que le debo tanto que no se por donde empezar, la persona por la que estoy empezando a sentir cosas que nadie jamás me había hecho sentir en tan poco tiempo, la persona que me está haciendo feliz en estos días de mi vida, la que está haciendo cambiar el sentido a las cosas, a mis mañanas porque es lo primero que me viene a la cabeza, a mis tardes frente al ordenar con el Word abierto porque solo me apetece escribir sobre él, a mis noches porque antes de dormirme solo pienso en él y cuando duermo él es mi sueño…
Ya supongo que es el fin de este texto, ya no tengo a nadie más que agradecer, ni a nadie a quien pedir perdón, ni a quien describir…
Carol1504 de septiembre de 2011

Más de Carol15

Chat