Tengo un Gatito Voyeur
Tengo un gatito voyeur,
con una ventana indiscreta de empeño,
sus binoculares son sus ojos,
su pierna enyesada, la de su dueño.
Tengo un gatito voyeur,
y me lo imagino mirando por los cerrojos,
espiando a una señora gata llamada Grace,
con la que se relame empinando, nunca de hinojos.
Tengo un gatito voyeur,
que mimo más que a mí, no me malogréis,
y si tiene tanto oficio como beneficio,
es porque cuando se purga, pasa de malta y piensa en el Apartheid.
Tengo un gatito voyeur,
le abro la puerta para que no salte al precipicio,
pero se queda conmigo en este inframundo...
y yo voy y lo interpreto como un no rotundo,
por aprovechar mejor sus vidas, le deben quedar seis.
Tengo un gatito voyeur,
que solo se afila las uñas para mordérmelas yo por él,
y si algún día necesita cazar,
le atraeré ratones suizos suicidas con el mejor queso gruyere.