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El último Principio

Christian, Nora y Dennise, como todos los días, se dirigían juntos a la escuela.
Esa mañana, en el camino, los niños encontraron en la calle un cilindro de cartón. Sin perder tiempo se dispusieron a debatir sobre lo que ese objeto sería.

- ¡Mirad! —Dijo Nora, mientras se llevaba un extremo del cilindro sobre uno de sus ojos— ¡Es un catalejo! ¡Como el que Diego utiliza!
- ¡Estás equivocada! —Discrepó Dennise arrebatándole el cilindro a Nora. Igualmente utilizó uno de los extremos, pero en lugar de sus ojos lo colocó sobre su boca— ¡Es un altavoz! ¡A que así me escucháis más fuerte! ¿No?
- No sólo Dennise... ¡Ambas estáis equivocadas! —Agregó Christian, que era su turno de dar su opinión. Introdujo un brazo a lo largo del cilindro, hasta que le ha quedado por arriba de la muñeca— ¡Es una armadura! ¿Veis?

Y siguieron los niños rebatiendo sobre el tema. Finalmente decidieron llevar el cilindro a la escuela. Al entrar al salón, se acercaron a su maestra y entregándole el objeto, la interrogaron sobre la función del mismo.

- ¿Esto? Es el tubo de un rollo de toallas de papel —Respondió la tutora de los niños, los cuales echaron a reír al escuchar dicha respuesta— ¿Qué os hace gracia? —Preguntó sorprendida a sus alumnos.

Los niños no respondieron, simplemente tomaron sus asientos. La joven mujer conservó el tubo entre sus manos, mientras aguardaba la llegada de sus demás alumnos.
Cuando ya todos habían llegado, la maestra se colocó frente a ellos y prosiguió de la siguiente manera:

- Niños ¿Podríais decirme qué es esto? —Preguntó al grupo, al mismo tiempo que alzaba el tubo de cartón a la vista de todos.

- El tubo de un rollo de toallas de papel —Respondieron todos los presentes, sin excepción.
La maestra observó con atención a Cristian, Nora y Dennise, pues las risas les habían vuelto.

- ¿Y de qué color es? —Agregó la maestra.
Las respuestas tuvieron una variación entre beige, café, marrón, pardo y otros. Las risas de aquel trío se habían vuelto demasiado escandalosas, lo suficiente como para hacerse acreedores de un pequeño llamado de atención por parte de su maestra.

- Chris, Nora, Dennise ¿Podríais decirme de qué va todo esto?
- ¿A qué se refiere, maestra? —Comenzó Nora.
- Si ¿Qué quiere decir, profesora? —Interpuso Dennise.
- Nora y Dennise tienen razón, señorita. ¿De qué habla? —Ultimó Christian.

La alegría se extendió. Todos en el salón reían; todos excepto la maestra, cuya cabeza daba vueltas sobre su confusión e incertidumbre. Sentimientos que habían sido provocados por el hecho de no estar al tanto. no estar al tanto del último principio recién descubierto:
El principio de la cuestión morfopsicofísica.
Chrisgarcia17 de agosto de 2010

1 Comentarios

  • Chrisgarcia

    A ver a ver si así nos entendemos entre todos jajaja

    17/08/10 10:08

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