¿Cómo, señor? ¡Si yo estaba haciendo esta cola desde las cinco de la mañana y usted que vino recién se quiere colar! Lo de usted es un injusto improperio gratuito, don, no se zarpe. Disculpe, ¿No tiene una moneda? ¿No? Bueno, sólo preguntaba. Es que por venir acá falté al trabajo y es seguro que me echan, pero a usted se lo ve finamente ataviado no me diga que una moneda no le sobra. ¿Y un libro? Pasa que bueno, estuve estudiando, pero mis libros no me dicen nada nuevo, me los sé de memoria... Y lo del trabajo, bueno el hoy es exigente. ¿Qué? ¿Que usted no cree que yo tenga suerte acá? Si, tiene razón en que hay que tener un fuerte trasfondo económico que a uno lo sostenga, pero... Si, a usted se lo ve bien, y quizás yo no haya estudiado en los mejores lugares, pero algo me esforzé señor, creo que una oportunidad me merezco. Quiénes son esos dos señores, ¿Amigos suyos? Me pregunto porqué me miran tan mal. Yo solo creo en que pueda ocurrir un milagro, señor, no un milagro cristiano, sino un milagro del arte y es que uno, bueno, es pretencioso, ¿Vió? Señor, ¿Por qué me golpean sus amigos? ¡Yo solo vine a ver si tenía una oportunidad, y ahora me golpean! ¿Que de qué me denuncia señor? ¡Si yo no hice nada! ¡No! ¡No me saquen de la fila que madrugué y perdí mi trabajo para esto! ¡No, este ministerio del sueño es una cagada!

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos

1 Comentarios

• 

  Mejorana

  Qu? bonito texto Historiador.
  Me he liado un poco porque cre? que era un di?logo, pero veo que es un mon?logo.
  Cuantas conclusiones se pueden sacar estudiandolas conversaciones que se oyen en las filas.
  Y m?s en las del para. Cu?ntas historias, ilusiones, tragedias.
  Es un tema que impacta Historiador.
  Un abrazo.
  Me alegro mucho de que est?s aqu?.
  

  12/05/09 07:05