Raíces...
Raíces
Estoy cansada de traer los brazos caídos,
señalando el suelo que sostiene esta vida inerte,
esta indiferencia,
estas ganas de hacer nada,
esta parranda de lágrimas, pereza y desidia.
Un letargo profundo que me trae a estas letras,
a este grito congelado
que se va desvaneciendo en el tiempo,
a cuenta gotas;
un gélido llanto que se evapora en el humo frío
que deja mi aliento...
Estoy cansada de traer los brazos caídos,
parecen raíces,
fuertes ataduras de otros días,
palabras que repiten imágenes,
estaciones de la mujer que un día fui
frente al espejo de la fantasía.
Tengo la opinión adormecida,
lánguida protesta
estampada en estas hojas;
triste niña abandonada
en el sueño de la mujer que quiso ser;
lastimosa ilusión que se ha dejado atrás.
Estoy cansada de traer los brazos caídos,
la mirada inclemente,
este verso incomprendido,
este silencio que quema por dentro,
este encuentro que se ha perdido.
