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Sábanas Frías

Nunca imaginé que estas sábanas serían tan frías sin tu presencia, jamás imaginé que esta almohada, mi almohada, se volviera tan incómoda sin ti.

Y es que me veo envuelto en un laberinto de locura, donde a cada paso que doy, veo más cerca una meta llena de confusión y delirio… Cada objeto lleva tu imagen, cada persona lleva una conversación contigo, cada baldosa lleva tu huella, cada prenda lleva tu olor…

Aún vuelan por mi mente aquellas palabras que me dijiste: “Se acabó, olvídame”. ¿Cómo podría conseguir yo eso, cuando todo me recuerda que estuvimos juntos? No puedo olvidar el amor que nos dimos, y no puedo, porque lo único que quiero olvidar, son aquellas malditas discusiones, donde nos dijimos palabras llenas de odio, orgullo y rabia, palabras que si volvieran a nuestra boca, moriríamos envenenados, palabras que no llevan sentimiento y mucho menos amor… Palabras vacías, vanas y superficiales… Pero sólidas y punzantes, como el más afilado cuchillo, palabras que entran por el corazón creando un goteo interno, continuo y perpetuo.

Esta noche deseo que todo vuelva a sus inicios, quizá mañana compruebe que todo sigue igual… ¿Qué mal he hecho para soportar esta condena?

Mientras deseo y compruebo, noto estas sábanas que llevan tu olor, me abrazo a ellas, como si tu figura se encontrara al otro lado…

…

Abro los ojos, y tras unos segundos remoloneando con el tiempo y con el sueño, me doy cuenta de que te huelo, te siento y… ¡Te veo! ¿Realmente se cumplió mi sueño?

Minutos más tarde me doy cuenta que no, que nunca te fuiste de mi lado, que nunca dejaste mi cama vacía esa noche y que nunca se acabó nuestro amor. Simplemente se trataba de un mal sueño, una pesadilla que me daba un toque de atención.

La vida me decía que te cuidara y te demostrara lo que te quería… ¡Y lo que te necesitaba a mi lado!, en realidad eres más importante en mi vida, que todo lo importante que pueda ser yo en ella…

Por suerte esta vez fue una pesadilla, por suerte he podido sentir como sería mi vida sin ti, por suerte me he dado cuenta antes de que todo sea tarde… De la necesidad de andar de tu mano...

PD: Me tengo que sentir afortunado, no solo por seguir gozando de su presencia, si no por disfrutar de este aviso que me dio, quien sabe, para cambiar aquellos aspectos que lentamente me iban alejando de ella… ¿Cuántos no hubieran deseado tener un sueño que le indicara que errores corregir?
Danielduran614 de marzo de 2012

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