Me pierdo en tus preciosos ojos del color de la esperanza ...
Me imagino a tí y a mí en un enorme padro verde, con muchas flores de distintos colores, ninguna igual a la otra, todas diferentes...
Estoy tendida en el suelo, el viento jugando con mi pelo, la hierva acariciando mi cuerpo y el sol iluminando mi rostro.
Miro al frente y estas tú, la perfeción absoluta, esa sonrisa pícara que me vuelve loca, esos ojos verdes que atraen a los mios, ese pelo del color del carbon, esas manos tan suaves que me acarician con tanta dulzura, y la cura a todos mis males, tus labios carnosos. Te acercas a mí y me susurras al oído que me amas. Con tan solo un susurro, oigo su preciosa voz, esa voz con tanta armonía y tranquilidad...
Le sonrío, con esa sonrísa que tanto le gusta, esa sonrísa que pide a gritos un beso suyo. Se tiende a mi izquierda, me mira a mis ojos, y yo a los suyos, me hipnotiza, me vuelve loca y me besa, me besa con suavidad.
Después de ese beso todo vuelve a la normalidad, a la dura realidad donde tú estas lejos de mí.
