TusTextos

La Convicción de un Dios

“…Quiero atravesar la puerta de tu alma, y conocer tus secretos más intensos. Quebrar el silencio de nuestra existencia, absorber tu vida en la mía. Quiero el trofeo único de tus ojos, ser tu razón mas pura. Quiero quitar de tu vida a quien intenta quitarme la mía, y comprender los motivos de tu sonrisa, que perturba a mi corazón con miedos.
Respirar el mismo aire y compartir los mismos sueños, ser el canal por donde abras las puertas de lo desconocido y volverme cielo para ti, mi estrella. Intento mirar a través de las penumbras que nos separan, mas las nubes que nos ciegan no pueden ser abatidas. Yo estiro y alcanzo la mitad del recorrido, tú debes hacer lo mismo para mirarme y sentir lo mismo. Después de todo quizá sea el Diablo quien nos reúna, pero que mas da… él, sabe que mi alma es tuya…”
Con estas líneas se separó de su vida. Dejó el continente en busca del antídoto contra una extraña enfermedad del alma. Recorrió las tierras lejanas de sus orígenes, hizo el camino de los guerreros para alcanzar la sabiduría de los magos y nunca supo como quitar de su mente las horribles figuras que embestían su corazón. Esperanzado por encontrar la magia que lo librara de su hechizo conoció las puertas del otro mundo.
Vivió la suerte del profeta, vivió el encanto de los símbolos, vivió como el agua exenta de la forma, pero no logró construir su propio imperio. Siempre culpó a los hombres de su desgracia. A todas las cualidades humanas de las que él mismo era víctima. Luchó contra la hechicería del heredero de la sangre y consiguió lo que los dioses anhelan.
Cada paso, el resplandor de una fotografía que se hacía mas vieja, que se borraba como la arena, que desaparecía como el viento, lo acompañaba como amuleto.
Extrañaba su tierra, más bien extrañaba a su amada, quien era la reina de un reino sin rey. Quien miraba su cara en un espejo y cerraba sus ojos. Quien poseía la fuerza de los hombres y el orgullo de los ignorantes. Quien volaba siempre en su dimensión oculta y escondía los secretos de una pluma gastada con la cual escribía su historia.
En tierras desconocidas un sabio le contó su vida… era el cruel reflejo de su propia historia. Era el umbral que no se animaba a atravesar. Este extraño anciano le facilitó las piedras del olvido, las que le habrían de hacer olvidar todo aquello por lo que había vivido. Lo llevarían a la amnesia sin fin. Le otorgarían la fuerza de los felices del infierno.
Día y noche cargó con semejante poder en su espalda, esperando el momento de usarlo. Fogata tras fogata, sus noches se volvieron una larga suplica a las fuerzas omniscientes del cosmos. Meditaciones llevadas al vacío no pudieron lo que las piedras hubiesen logrado. Día y noche ya, su ruego era mas solemne, no lograba contener el aliento. Cierta noche detuvo su andanza y juntó las suficientes ramas para una gran fogata. Una vez encendido, el fuego era una cruel invitación al sueño eterno, a la amnesia, o quizá desaparición de la mente. Estaba sentado de piernas cruzadas y entre los sonidos nocturnos escuchó el grito lejano de la tentación de poder. Comprendía bien que el poder lo anhelaban los débiles.
Sacó las piedras de la bolsa que la contenían y las miró, casi contemplándolas, las miró. Sus recuerdos emergieron en su rescate. Lo tomaron por debajo de los brazos y alzaron en su vuelo al cuerpo estrecho, desvanecido, que contenía semejante poder. La lucha desigual la forjó la fuerza del destino. No pudo hacer nada. Y explotó. Ni Dios supo por qué. Quizá cansado de andar y mirar que nada podía hacerse por ese pedazo de vida, con el afán de sentirse orgullosamente honrado de la intensidad que había logrado. Miró a un costado y supo ser feliz, sin preocuparse por aquel destino.
Aquel guerrero recordó que no había nunca usado las piedras de poder que los sabios le habían otorgado. Se alzó a si mismo y continuó buscando el sueño por el que había llegado hasta allí. Débil, muy débil siguió su camino, disuadiendo al oscuro poder del olvido, hendiendo las grietas que surgen en cada camino, esos que llevan a lo mismo, miró las estrellas y recordó porque estaba vivo.
Degraaff18 de febrero de 2010

13 Comentarios

  • Motorpsico

    Tu suerte merece ser vivida, y recordada. Saludos amigo, nos estaremos viendo más allá de las estrellas... Saludos motorpsico.

    18/02/10 10:02

  • Elnovelistadeoro

    "Después de todo quizá sea el Diablo quien nos reúna, pero que mas da… él, sabe que mi alma es tuya…” esta frase es excelente, es una poesia que por si sola llenaria el espacio de un post en e l foro.

    Un saludo compañero.

    19/02/10 11:02

  • Degraaff

    Gracias por tomarte el tiempo de leerme y comentarme... agradezco tu paso... te mando un gran abrazo!!

    20/02/10 03:02

  • Degraaff

    Amigo Motorpsico, el recuerdo es lo único que prevalece en la eternidad y en el alma... tu suerte recién empieza... abrazo amigo!!

    22/02/10 01:02

  • Avelibre

    Brillante!
    Un relato que puede interpretarse de mil maneras.
    Me he detenido muchas veces al leerlo, es que hay fragmentos que son simplemente geniales. Muy profundos y de gran validéz.

    Te felicito Degraaff, realmente fascinada!

    26/02/10 08:02

  • Serge

    Degraaff:
    "Vivió la suerte del profeta, vivió el encanto de los símbolos, vivió como el agua exenta de la forma".
    Tu escrito exhorta a escapar de la forma y la mente, es muy profundo.
    Me encanto tu relato.

    Saludos.

    Sergio.

    26/02/10 10:02

  • Carola

    Hermosos pasajes Degraff, un verdadero peregrinaje de iniciación.
    Me encantó amigo.
    Un abrazo,
    Carola

    27/02/10 01:02

  • Degraaff

    Brillante, me alegra que te haya gustado realmente, hasta me pongo un poco rojo por tus palabras... gracias... un gran abrazo!!

    27/02/10 01:02

  • Degraaff

    Sergio, un poco como tú dices, invita a dejar atrás muchas formas preestablecidas con el sentimiento único de la convicción... te agradezco tu paso... un gran abrazo!!

    27/02/10 01:02

  • Degraaff

    Gracias Carola, un placer que encuentres en mis textos algo que te sirva o te guste... te mando un gran abrazo amiga!!

    27/02/10 01:02

  • Normaaristeguy

    Para qué decirte mi querido Gabriel que tú sí que tienes en tu mente joven y creativa, el poder de la imaginación. Y vaya si sabes darle forma a esa imaginación...
    Sí, lo he vuelto a leer, creo que no te lo he dicho antes, pero de vez en cuando vuelvo a este relato, es como una necesidad plasmada en el alma, es como si dejaras escapar algo más que lo dices, por alguna vertiente desconocida, no sé, como si le pusieras palabras a mis íntimas reflexiones.
    Según mi opinión, creo que es uno de tus mejores trabajos Gabriel, o al menos, uno de los que más me gusta.
    Abrazos.

    01/04/10 04:04

  • Normaaristeguy

    Perdón, tengo que retractarme.
    Tu mejor trabajo individual es éste.
    Pero olvidé la serie de tus Infiernos, eso es lo mejor que te he leído y quizá de todo lo que leído sobre el tema, de otros autores.
    Ahora sí, me voy.
    Cariños.

    01/04/10 08:04

  • Degraaff

    Norma, si supieras que ese relato tiene dedicación a la mujer que destrozó mi alma, te daría bronca, jajajajaj igual ahora lo sabes, y viste hay gente que no valora, es un honor que esritora tan grande como ud, que merece tanto reconocimiento este por aquí con estas palabras, si hay algo que me satisface más que sus palabras es nuestra amistad, y el cariño con el que me ayuda a mejorar y soportar las embestidas de la vida. Es ud. maravillosa. La adoro, gracias por estas palabras, los infiernos serán dedicados a ud cuando salga en papel, ya verá. La quiero mucho amiga.

    05/04/10 04:04

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