Libertad
La sociedad ha creído inocentemente que cuestas mucho, que hay que trabajar duro para ganarte, que hay que dejarse la piel por ti, y me parece que no tiene sentido alguno, porque ¿cómo iba a llamarse libertad algo que te ha costado sufrimiento y sacrificio? Muchos dicen quererte, saber cómo se siente el ser libre, pero pocos son los que se preguntan de verdad quién eres y cómo te vistes. Yo te he visto, te he sentido más bien, aunque realmente nunca te busqué seriamente, siempre fui más de encontrarme a mí y entonces tu apareciste.
Ahora se espera una respuesta idílica, en la que yo explique qué bien me siento al ser yo en libertad, y lo plena que esa sensación me hace sentir, pero spoiler: la cosa no va por ahí. Y no quiero que se me malinterprete, la sensación está genial pero hay mucho más en el fondo de esta historia random. De repente soy tan libre que no sé quién soy, tengo pensamientos que hace un segundo no hubiera tenido, mi personalidad apenas existe, ya no cabe en mi mente el "es que yo soy así... o asá..." y entonces nada me define, efectivamente: soy libre.
Y ahí lo que dicen siempre "la libertad asusta" pues ahora lo comprendo, sinceramente la cabeza me duele, mi mente no entiende nada, el corazón pide rendición y ella sigue luchando como si nada, pero cansa. Ya no soy quien yo creía ser, ahora vivo en presente, no sé cuál será mi próximo paso, ni si seguiré andando, no tengo límite, todo depende de cuánto deje a la mente rendirse al corazón. Ahora mis pensamientos no me atan, soy libre de decidir, y no importa lo que decida porque lo hago desde mi libertad. ¿Quién soy? Es lo que queda cuando me permito ser libre, y la pregunta asusta, porque te das cuenta de que eres presencia y eso es incontrolable y no se puede manipular.
Y entonces ¿qué? Entonces te sientes vivo, te ves y ves, dejas el espacio que ves que falta, sabes con muchísima claridad cuando sí y cuándo no, no te dejas influenciar aunque de vez en cuando haces como que sí para evitar cuestionarios que no te apetece responder, y sí, haces un poco de teatro porque aunque serías capaz de enfrentarte a preguntas eternas sabes que no nacen de una curiosidad pura si no de un "eres rara" y pasas de tener esa conversación una vez más porque para qué. Entonces miras a la otra persona y la ves, ves sus miedos, sus pensamientos, sus excusas, pero ves más allá de todo eso, le miras a los ojos y ves el alma, y ahí entiendes que cuando ese alma decida liberarse lo hará y mientras tu tan solo te dedicarás a apoyar energéticamente dando todo tu amor, pero ya no vas a pretender convencer a nada de nadie, porque no hay más ciego que el que no quiere ver.
