Escucho una propuesta desafiante invitándome a pintar sueños que unen subjetividades.
La desesperación existe en forma de lágrimas incontables como granos de azúcar, pero estoy sereno,Porque se que del otro lado de La Moneda está tu mirada, esa que me transporta a los campos más verdes donde nacen las más perfectas flores.
Y aunque el final no se aviste en el horizonte y el camino se encuentre repleto de dudas, yo lograré abrazar tu resplandor mientras me invade la ternura.
Mi reservada Alma comienza a percibir la simpleza: lo maravilloso de vivir, lo maravilloso de morir; y el viento, los árboles, las flores demuestran la belleza bailando un precioso vals de Chopin.
Porque desde algún lugar sentí un grito de reprimenda, que me dice:
¿Por qué hablar de tristeza o de las perdidas más dolorosas?, mejor deja que una cálida voz te dedique una dulce canción. Un susurro que a cada memoria la vuelve inolvidable y que abra cofres de inicios donde resplandece el brillo de un nuevo tesoro y provoque que la emoción rebase del silencio de mi Alma y se transforme en una hermosa flor.
Por último digo, delante de todos y sin vergüenza que no necesito bucear en prosas o navegar en literatura para encontrar el amor. Porque gracias a vos ya lo encontré, estuvo siempre conmigo.
