Plumaje Penumbroso
Ya hacía tiempo que mis noches se habían vuelto aterradoras, no, no hablo de pesadillas.
Hace un meses me mudé a Santiago, compré una casa amueblada, bastante grande, me recordaba a aquellas casas encantadas que aparecen en las películas gringas.
Me llamo Carlos, 27 años, soltero y arquitecto, además tengo como hobby la pintura, soy bastante bueno, mi madre -que en paz descanse- solía decir que soy mejor pintor que arquitecto, gran mujer, sabía. Tuve otras opciones de domicilio, casas más baratas y obviamente más modernas (la que compré tiene 120 años apróx.), sin embargo siempre he sido de los que piensan que las casas tienen un alma propia, esta la tiene, es vieja y guarda un sinfín de historias y anécdotas grotescas, sádicas y a primera vista demasiado fantásticas para ser reales.
No voy a hablar de fantasmas, demonios, no, nada de eso, hablaré de un ave particular, Corvus Corax o cuervo común, no hay ejemplares naturales en Chile, no hay ningún ave de la familia Corvidae aquí en Chile, menos en Santiago, ¿por qué menciono al cuervo? porque la primera noche lo oí graznar, afuera de mi ventana y la abrí para ver si no era solo un producto de mi mente, apenas pudo, el cuervo se metió a la habitación, dato cómico: lo primero que se me vino a la mente fue el famoso poema del escritor estadounidense, Edgar Allan Poe, solo que este no se posó en ningún lugar, solo voló desesperadamente por todo el lugar.
No recuerdo más, caí desmayado, escuchaba el graznido demoníaco de la penumbrosa ave en mi inconsciente, como cánticos rituales y luego desperté, botado en el piso de mi habitación, cubierto por plumas negras, plumas negras de mi visitante nocturno. De ahí en adelante, el cuervo se ha metido a mi casa cada noche, inclusive teniendo puertas y ventanas cerradas, lo escucho graznar cada noche, despertando terrores en lo profundo de mi mente, resucitando monstruos que me asechan en pensamientos y oscureciendo mi mirada... aparentemente soy el único que oye al ave, mis vecinos dicen que de noche no se oye nada que no sea el sonido de los autos.
