Amigos, os pido que me hagáis saber los errores ortográficos.
Fue usted quien colmo de alegrías mis días,
quien preño de sueños mis noches,
quien a mis versos jamás puso reproches;
fue usted quien colmo de alegrías mis días.
Princesa, cuan grande es el llanto de mi corazón,
por esta su ausencia queme consume,
por levantarme cada mañana y no oler su perfume;
princesa, cuan grande es el llanto de mi corazón.
Fue usted quien rompió la constante de dulzura,
quien me hizo ver las rosas
como algo más que simples cosas hermosas;
fue usted quien rompió la constante de dulzura.
Princesa, extraño de sus labios la miel,
extraño su fragilidad,
extraño su ingenuidad;
princesa, extraño de sus labios la miel.
Pero se que mi llanto no le hará volver,
y que en vez de llorar, debo envidiarle, tenerle celos,
¡y es que quien no quisiera encontrarse en los cielos!;
pero se que mi llanto no le hará volver.
Visita mi blog (ELFRAMOSO)
blog de poesia
ELFRAMOSO.