No sé, ni como, ni porque. Pero llego el día en el que estaba delante de la mujer que amaba. Sentado en un taburete, justo en la barra, se encontraba ella a mi lado. Cuando salí de mi paranoilla ya no estaba. Se fue con otro, digamos que quedo conmigo por si él no venia. Maldita sea. Solo y sentado al lado de la barra fue entonces cuando decidí irme para no volver. Pero antes de irme deje mi copa a medio acabar y un cigarro encendido en la barra. Por si se le ocurría girar la cabeza para ver que tal estaba. Para que se acordara de que nunca volvería .mas tarde aprendí que si una mujer te da un beso. Lo mínimo que puedes hacer es devolvérselo. Porque no sabes, a donde ese beso, te puede llevar. Pero la deje pasar Ahora, ¿Qué puedo hacer?. En mi casa intento apaciguar el jodido corazón. La sentía muy adentro y la fui perdiendo. Su voz se alejo, y lo único que conseguí fue un beso y una caricia. Maldiciéndome y esclavo de la botella no arreglare nada. Dicen que el tiempo lo arregla todo, yo digo que puede ser, pero es lento y doloroso. Una putada. En vez de enfrentarnos al problema lo dejamos pasar, aunque a veces es la mejor opción. A veces meterse de lleno en el problema solo lo empeora. Yo siempre digo que se jodan los problemas. Pero ya es tarde para una herida que se a abierto. La intente llenar con alcohol y lágrimas. Nunca funciono Simplemente era otra dama que no era para mí. Llegara el día en que cada vez que amanezca nos cobraran en ese momento dejaremos de ser nosotros sin ser libres para elegir el momento y el lugar. Pero mientras, toca ser feliz. Coger de la vida lo que realmente nos de la puta gana. Si estas sufriendo, puede que escogieras mal. No importa. No está de mas darse un pequeño revolcón en el suelo. Pero es obligatorio levantarse. Así perdido y aturdido acabe llegando a la puerta de mi casa. Subiendo las escaleras con un sabor agridulce en la boca. Sin saber si había perdido o ganado.
