TusTextos

Naturaleza

De tu obra me enamoré perdidamente, con delicada perfección tallaste sus labios, irrepetiblemente bello hiciste su rostro, su pelo, obra maestra de tu imaginación, su cuerpo, armonía en movimiento.

Abducido quedé de sus ojos, de sus manos, roto de amor de arriba abajo, abúlico de todo, bulímico de ti.

Mil millones de veces repetí tu nombre, omnipresente estabas en mi pensar, ciego, sordo y mudo quedé imaginándote.

¿Por qué, naturaleza caprichosa, por qué no me hiciste para ser correspondido, por qué sus ojos no se encienden al verme, por qué su cuerpo no tiembla al sentirme cerca, por qué su corazón no quiere seguir al mío?

Borra de la faz de la tierra este proyecto incompleto, este zapato sin par, este 50% de nada, déjalo morir, pues erraste al crearlo, sacrifícalo sin miramientos, pues sólo le queda sufrir, sin esperanza alguna, y recuerda, aviesa naturaleza, lo inhumano de tu fallo.
Fernandoj17 de abril de 2012

5 Comentarios

  • Danae

    Suele ocurrir que el desprecio del otro engendre autodesprecio, al menos durante un tiempo. Es lo que se llama falta de autoestima. En este relato lo has contado de maravilla.
    Siempre un placer leerte, Fernando.

    20/04/12 12:04

  • Fernandoj

    Gracias Danae, eres muy amable.


    Un beso.

    20/04/12 10:04

  • Fernandoj

    Muchísimas gracias Soloalma, siempre estimulan comentarios como el tuyo.


    Un saludo.

    27/04/12 09:04

  • Vocesdelibertad

    Percibo a un humilde enamorado, buscando con sus manos auténticas, caricias en un cielo distante. Percibo un rumor enamorado, con un llanto que no encuentra eco.

    Leí y fue un deleite.

    14/06/12 11:06

  • Fernandoj

    Vocesdelibertad, me alegra saber que te gustó.

    16/06/12 11:06

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