TusTextos

Un Día Perfecto

Un día perfecto, ayer fue un día perfecto, el sol brillaba, contagiando su alegría a cuantos paseaban por la calle, la temperatura invitaba a vestir ligero, una ligera brisilla daba un toque de frescura evitando un calor excesivo.

Como cada mañana fui al gimnasio, mis amigas ya estaban entrenando, un par de bromas sobre mi figura, unos cuantos chismorreos sobre la cinta y a sudar en el step, después todas a la sauna, y de allí a la ducha. Sinceramente me encontraba realmente bien, y eso el espejo lo nota, bastó un poco de maquillaje para verme realmente guapa.

Tenía cita con un arquitecto, ya sabes ese proyecto del hotel del que te hablé. Apenas empezamos a hablar noté que nos entendíamos perfectamente, no tardamos en llegar a un acuerdo, pero a pesar de ello estuvimos charlando hasta la hora de comer. Por desgracia, tanto él como yo, teníamos otros compromisos y pospusimos la celebración para otro día.

Como siempre había quedado con mi socio para comer y contarle las novedades, no puedes imaginar como se puso cuando le conté que el hotel era nuestro, llevaba mucho tiempo detrás de ese proyecto y por fin lo teníamos. Le faltó tiempo para pedir mi champán favorito.

Por la tarde, y bajo los efectos del espumoso, me fui a la oficina, procuré no meterme en ningún charco, limitado mi actividad a charlar con mis colegas sobre recetas de cocina y mis series favoritas. Que quieres que te diga, me lo pasé genial, incluso llegó un momento que pensé que no estaba en la oficina, fue algo increíble.

Más tarde…., “disculpa que te interrumpa”, te dije “Ayer fue un día perfecto también para mi, no sé si el sol brillaba, si las nubes lo ocultaron, si llovía o granizaba, tampoco pude elegir entre un vestido con hombreras, u otro con tirantes, hace meses que no piso un gimnasio, y jamás en mi vida me he reunido con un arquitecto, ni he tomado champán en un buen restaurante, no obstante ayer también fue un día perfecto”.

Tu mano apretó la mía, “me levanté, en la almohada apenas pelo, me trajeron el desayuno, apenas vomité, el estómago casi no me dolía, luego sesión de quimioterapia, cinco horas en las que el brazo pasaba de estar congelado a arder como el infierno, pero ayer un niño de unos doce años, que estaba a mi lado, con la cabeza rapada me sonrió, mientras me ofrecía su video consola.
Ayer fue un día perfecto, hasta que tu llegaste mamá.
Fernandoj17 de mayo de 2012

8 Comentarios

  • Beth

    Esta enfermedad y sus secuelas, tratamiento y consecuencias, me tocan muy de cerca, y por eso soy incapaz de comentar algo más, salvo que tu texto me ha gustado mucho y que te agradezco el haberlo compartido. Saludos cordiales

    17/05/12 01:05

  • Danae

    Un sentido relato que me tañe recuerdos. Conmovedor, Fernando.
    Un gran abrazo.

    17/05/12 04:05

  • Creatividad

    Muy, muy bien escritto y tratado el etema. Saludos

    17/05/12 05:05

  • Fernandoj

    Beth, en todo caso soy yo quien agradece tu comentario.

    18/05/12 08:05

  • Fernandoj

    Danae que haría to sin tus comentarios. Gracias por pasarte.

    Un abrazo para ti también.

    18/05/12 09:05

  • Fernandoj

    Creatividad un placer saber que cual es tu opinión sobre el etxto.

    Un saludo.

    18/05/12 09:05

  • Didina

    Un hilo de alegría en una madeja de realidad. Me ha gustado mucho

    18/05/12 09:05

  • Fernandoj

    Muchísimas gracias Didina.

    Un saludo.

    18/05/12 10:05

Más de Fernandoj

Chat