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Ojo por Ojo, Diente por Diente

Ella es eso que hay en mi mente
cuando me ven ausente
y me preguntan que qué me ocurre.
Es casi obsesivo el nivel de control que,
sin saberlo ni quererlo,
tiene sobre mi día a día.
Todo lo que hago lleva la carga de su recuerdo,
como si ella fuese la razón de que coma,
de que me conecte a las redes sociales,
de que haga lo que hago.
Porque quiero demostrarle
lo equivocada que estaba
cuando decidió mandar lo nuestro al traste
y empezar con ese otro tío.
El mismo que probablemente
se la ha estado follando de mil formas distintas,
ha escuchado su risa
y le ha jurado
todo lo que en su día prometí yo.
No sabía realmente lo que dolería no tenerla
hasta que me giré en el sofá y no estaba ella allí,
acurrucada junto a mí,
viendo la televisión u oyéndome dormir.
Me desquicia tanto su felicidad
y la pérdida de todo el tiempo que vivimos juntos,
que he hecho cien mil millones de cosas
para llamar su atención.
Necesito que sufra,
que se dé cuenta de que ya no estoy ahí,
de que no fue ella quien me dejó,
sino que soy yo el que paso de su cara.
Pero no.
Si fuera así
estas palabras ya no habrían sido escritas.
Repaso constantemente
las muchas razones por las que he ganado al perderla,
y aun así ella sigue atormentándome.
Me jode su indiferencia,
su rechazo,
que haya sido capaz de borrar de un plumazo
toda nuestra historia.
Sí,
metí la pata,
pero ella también lo hizo y yo seguí ahí.
Aunque he de admitir
que lo mío fue a lo grande
(aunque jamás se lo reconozca,
pues no se lo merece).
Me arde el estómago cuando veo fotos de ellos dos,
cuando sé de lo felices que aparentan ser,
cuando revivo en sus publicaciones
todo lo que fuimos nosotros.
Falso.
Segurísimo que nunca me quiso como dijo.
Se agarró al clavo ardiendo de mi infidelidad
para salir por patas y abandonarme.
Pero ella se lo pierde.
Porque ahora estoy con la misma
por la que juré no sentir nunca nada;
esa chica que le comenté que era lo opuesto a lo que buscaba en una relación,
esa misma de la que tanto se celaba
y de quien creía ser un repuesto.
Cuando se entere
quedará convencida de que fue así
y le remorderá la conciencia
tanto como a mí
cuando me enteré de su idilio con el otro chico.
Que pase por lo que pasé yo.


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Foryou139605 de marzo de 2018

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