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Aventura de Mierda Lo Titulé (texto Vieeeejo...)

El mundo se le estaba tornando insoportable, por las tazas con rayas y las canciones repetidas, con el cigarrillo como única superación a través de la ansia, la ansia que provoca el cigarrillo… El mundo se le estaba tornando insoportable, era un disgusto levantarse de la cama, levantarse en otra cama, no haber dormido nada, era un disgusto cuando sol y cuando no sol, cuando la verborrea y cuando rozaban así tan suavemente la confusión con la lucidez.

Entonces le costó saber con el tiempo si la ilusión se perdió simplemente, si es que había deslizado la seguridad entre los techos de chapa recubiertos con bolsones de basura aplastándose, si dejó desprender su curiosidad natural obsesionado con la mirada o los gusanos por las rendijas, si lo perdió por mirar siempre con los ojos fijos hacia la nada, o si es que simplemente todas estas consideraciones sobradoras o raramente incompletas nunca existieron, y lo cierto era que caminó a obscuras desde siempre.

Le costó saber muchas cosas como el significado, si es que lo había, de su niñez en solitario, le costó no desganarse con las respuestas tontas de sus propias palabras, y aún asi no entendía demasiado cómo éstas lo podían enorgullecer…

Una tarde decidió subirse al tren (encontrándose cerca de la estación y sin ocupaciones a la vista le pareció esto ideal o al menos cómodo para sus pensamientos). De cualquier modo, le confortó morbosamente pensar que el deseo de fumar nuevamente le haría abandonar la empresa tarde o temprano. El elixir era siempre una victoria más allá de todas las otras victorias. Aunque estaba mustio y marchito, se veía seriamente cansado como para intentar movilizarse demasiado (su rostro era ya una patente del cansancio); el tren, si bien le haría alejarse bastante, demasiado, muchísimo según la circunstancia, sabía muy bien que, permaneciendo sentado una suficiente cantidad de tiempo inamovible y torvo como no le molestaba estar, volvería a esa misma estación sin caminar absolutamente nada.

Ya allí, con los motores lentos en dirección sur, quiso pensar nostálgicamente por un rato teniendo en cuenta los árboles, pájaros y la banalidad de los seres, en paz y a furza de silencio, pero ya ni pudo. Todo su razonar derivaba en sí mismo, y a pesar de que mil veces (mil y una) desviaba exitosamente su dolor hacia el aparente pesar ajeno, toda afluente se filtraba hacia líneas más y más punzantes directo a sí. El desprecio grisáceo que traía dentro sólo a él pertenecía y, claro, pretendía hacérselo saber a fondo.

Por un rato, uno que comprendió tres estaciones casi, se mantuvo así, perplejo viendo que todo otro puto dolor era muy, muy suyo, y no viceversa. Más luego, cuando partía recién en trayecto recto a través del campo desierto, notó todos los pequeños detalles y subtextos de su desgracia. Estaba desviado de cualquier, de cada objetivo (incuso los tenebrosos). Peor que todo, era conciente de que nunca podría ver la superficie de sus dilemas, no los comprendía ni sería capaz de hacerlo, el sentir mismo de ciertas cosas le era ajeno al halo de su humanidad. El tren avanzaba, pero no podía haber tiempo, no, él, pensó él, lo mismo daría que ya no molestara a esta atareada mugre de civilización y que se tirara por la ventana. Y todo así, hasta concluir que de saltar ahora, categórica y también literalmente para abrazar el vacío, también eso podría significar una terrible forma de morir, que mal calculada derivaría en peores mierdas, como solía llamarlas: Vivir lisiado o estúpido, demorarse horas enteras de extenso sufrimiento corporal hasta abandonar los pastos y las ideas, y cualquier otra excepto la que gustó cometer.

Nunca podría, nunca podría nada, y ya de por sí la curiosidad de “lo que habría pasado de enfocarse en algo seriamente aunque con pasión”, esa puta curiosidad, era suficiente para picarle las carnes por años, intermitentemente; desvariaba, pensaba en sustancias y en la angelical desilusión hacia los colores, la disolución de la forma en goma de petróleo, en un preservativo de distribución gratuita atorándose en su garganta. Todos, todos sus pensamientos y definiciones ciertas e inciertas, deglutidas así, tan repulsivamente. Aceite en cambio de agua, todos los días dios le otorgaría celoso…

De pronto el tren seguía al compás de las vibraciones del riel, de pronto seguía hasta muy lejos arriba de las nubes y más allá de la última estación que vería, y todas esas caras repitiéndose intermitentemente de viejas y de lobos con hambre, que aseveran mencionan y esconden en susurros mediodormidos: está jodido el tipo...
Gentio28 de diciembre de 2011

9 Comentarios

  • Beth

    Puesto que me has hecho sentir esa tristeza, soledad, abandono y pena, debo decir que es un buen escrito

    28/12/11 03:12

  • Gentio

    Gracias Beth qué amable :D

    28/12/11 07:12

  • Mejorana

    Entonces le costó saber con el tiempo si la ilusión se perdió simplemente, si es que había deslizado la seguridad entre los techos de chapa recubiertos con bolsones de basura aplastándose, si dejó desprender su curiosidad natural obsesionado con la mirada o los gusanos por las rendijas, si lo perdió por mirar siempre con los ojos fijos hacia la nada, o si es que simplemente todas estas consideraciones sobradoras o raramente incompletas nunca existieron, y lo cierto era que caminó a obscuras desde siempre.

    Este párrafo es de una profundidad y una lucidez sorprendentes. El resto también, pero me ha llegado este en especial.
    ..y que lo cierto es que caminó a oscuras desde siempre. Todos caminamos a oscuras desde siempre. Andamos a tientas, experimentando, investigando porque la Verdad es que no sabemos absolutamente nada, ni tan siquiera lo que ocurrirá en el próximo instante de nuestras vidas.
    Eres muy bueno, Gentío. De verdad.
    Tu lo sabes, porque te lo han dicho muchas veces.
    Un abrazo.

    28/12/11 08:12

  • Gentio

    =D

    29/12/11 12:12

  • Gentio

    Comentarios parapsicológicos.

    29/12/11 12:12

  • Libelle

    Gracias por escribir , besos excelente relato

    29/12/11 05:12

  • Gentio

    Adoro estos comentarios tan nutridos son lo más cercano que tengo a veces en las madrugadas estas de terror :D

    29/12/11 06:12

  • Mejorana

    ¿Tienes madrugadas de terror?

    30/12/11 12:12

  • Gentio

    quien no tiene madrugadas de terror a veces? Hace mucho calor en argentina... y nada, eso...

    30/12/11 02:12

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