Desde que apareciste en mi vida la has vuelto al revés. Entraste por la puerta de enfrente y sin pedir permiso, y revolcaste todo mi mundo. Un mundo muy bueno, por cierto, que había conocido hasta ahora... hasta que llegaste tú.
Muchas veces anteriores me pregunté por qué te dejé estar, por qué... si no necesitaba los dolores de cabeza que me has dado ya... Y apenas te conozco.
He tratado continuamente de olvidar que alguna vez hablé contigo, pero entonces escucho, por casualidad, alguna canción que me gustaría dedicarte... y todo vuelve atrás. Quisiera que mi sueño se hiciera real, pero acaso no es eso lo que todo el mundo quiere?
Ojalá me dieras la oportunidad de decirte todas estas cosas a la cara, y así no tendría que escribirle al viento... con la esperanza de que algún día lleve mi escrito hasta ti.
Y es que mi alma necesita que la escuches, para al menos desahogar un sentimiento que se desborda a medida que los días te alejan más de mí.
Y si tengo que vivir con tu fantasma en mi cabeza... al menos déjame dormir en las noches y no me despiertes con cosquillas. Sé un fantasma bueno, de esos que parecen ángeles y que nos cuidan mientras dormimos.
Quiero dejarte ir... pero no puedo. Y no es capricho mío, es simplemente que Te Amo.
