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I Quit

Aquel beso fue la iluminación de la playa, todo se obscureció. Todo el brillo del sol se redujo a un solo momento. Un juego, una insignificante fuga de deseo. Lo siguió la sonrisa escondida bajo la curva perfecta de la comisura de sus labios. Sus ojos sólo irradiaban la felicidad que acompañaba la culpabilidad.
Todo era conocido. Aquel escenario se había aplicado a mí en algún momento.

Seguí caminando como si hubiera recordado tan solo un buen momento. Caminé tan lejos como mi orgullo me lo permitió. Obscurecía y era hora de regresar. No quería caminar por aquel lugar de nuevo. Aunque seguramente la ola de moscos los habría alejado ya. Regresé triste, incrédula. De alguna manera feliz porque lo supe siempre.
La pelota vino a mi y su rostro se encontró con el mío.
Él estaba... feliz, no creía que en verdad pudiera estar ahí. Que después de lo que pasamos la semana anterior podíamos estar lejos en el mismo lugar. Irónico en realidad, el debería saber dónde estaba. Estando en una relación era el menor intento que podía hacer.

Se acercó un primo, tal vez quería ganar una nueva amistad ya que con el beso anterior, mi novio parecía tener un compromiso más.
Me presentó como tal.
La plática siguió incómoda hasta que el nuevo conocido se alejó.

Aclaré que había visto el suceso anterior con la chica. Intentó dar una explicación, disculparse. Como tonta enamorada lo perdoné al instante, creía entender su situación.
Pero el sentimiento fluyó a través de mi boca sin pedirlo.

- ... Lo que hagas o no atrás de mí, en realidad es tu problema. Pero... lo vi. Y en verdad no quiero tener que pretender que todo está bien por mi parte. No por ahora.
Ingryd15 de julio de 2011

1 Comentarios

  • Albasilencio

    a veces es mejor enfrentar la realidad, antes de que duela más. de todas formas no me hagas mucho caso, cariño, desconozco los detalles, muy bonito tu escrito, un saludo de alba.s.

    15/07/11 01:07

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