TusTextos

Por un Amor

Recorrió varios kilómetros dormido, el salto de esas bestias que llamamos transporte público lo despertó. Alcanzó a divisar unas luces fantásticas era el brillo de las lámparas sobre el mar; asombrado, recuerda la razón de tan largo viaje.
La conoció unos meses antes, mientras caminaba por la ciudad el tiempo que le quedó luego de hacer unos trámites, de esos que casi todos odiamos, y a falta de su auto que estaba donde el mecánico.
Ese día, particularmente frío, tenía pinta de que no sucedería nada fuera de lo común. Ya en el bus, lo sorprendió una pregunta que le llegó por sobre su hombro izquierdo
-Puedes decirme donde queda el tribunal constitucional.
Tardó unos minutos en incorporarse a la situación.
-Aquí cerquita.
Al verla sonreír sintió una extraña sensación, de esas que quisieras sentir constantemente, de las que algunos llaman química.
Conversaron poco y sin ser un maestro de la seducción terminó con un número telefónico convencional para volver a estar en contacto. Era una época en la que pocos tenían celulares, el correo electrónico era solo una leyenda urbana, el FB, el TW y todas esas formas modernas de comunicación no estaban aún concebidas en la mente de algún gurú informático.
Ella se encontraba de visita en la ciudad, por trámites, qué coincidencia!, iba a pasar unos días y volvería a su tierra, algo lejana.
Un ping pong de llamadas avivaron poco a poco ese sentimiento inquieto que de pronto, sin pensarlo, aparece.
Necesitaba volver a verla.
Jac10 de noviembre de 2015

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