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La Receta Del Amor

Entré a la biblioteca en busca de refugio mientras la lluvia aminoraba, el lugar era cálido y tranquilo. Nunca fui un lector apasionado pero el edificio y sus ocupantes me antojaron por integrarme al sistema. Así que examiné los estantes, no sabía de qué forma estaban ordenados los libros, solamente leía sus nombres, también a algunos autores, pues alguno que otro me sonaba familiar al recordar las charlas con Steven. Ojee un poco el alquimista, cien años de soledad, y el principito, pero aunque sea de mal gusto, ninguna portada me terminó por agradar. Fue por incontables ojeadas a otros libros y críticas a su imagen de entrada que por fin di con la portada –no con el libro– perfecto, Rayuela. Me dije a mi mismo, jamás me he planteado que éste juego de la tiza en el suelo formando una especie de avión tuviera reglas más allá de lanzar una piedra y no tocar el perímetro al saltar. A diferencia de los otros libros, no lo ojee, lo tomé y maravillado por la portada me dirigí a algún sofá libre. No duró tanto mi gozo pues empecé a leerlo y darme cuenta que estaba en un gran error, el libro no describía el juego, así que como a los otros, lo ojee, aparté mi vista antes de que mi pulgar terminara de mover todas las páginas, pero algo captó mi visión periférica, así que volví a ojearlo rápidamente, se trataba de un papel rosa doblado justo faltando un cuarto de páginas para acabarlo, lo tomé y dejé el libro de lado, al desdoblarlo me di cuenta que era un escrito, a máquina de escribir y titulado ‘la receta del amor’. Parecía ya muy viejo, estaba maltratado de todo el contorno, pero las letras estaban intactas y legibles para cualquiera, era al menos una cuartilla de escrito, las cuales empecé a leer: “Estamos destinados a encontrar el amor mi polifacético lector, pero la clave es no frenar, mañana nunca se sabe, hay que amar con locura o si no, no amar ¿me entiende?, la vida es corta amigo(a) y cada vez la gente le teme más al amor, ¿estarán locos?, cómo temerle a una carta de amor, a una sonrisa tímida, a un secreto reservado sólo para ti, a un cásate conmigo, a un enorme y cálido beso. Temerle a eso es como temerle a un tigre bebé. Besa inapropiadamente (tú me entiendes), abraza como si todos te vieran con envidia, dile te quiero a esa persona especial sólo de dos maneras, demasiado alto o demasiado bajo, pero que te escuche, no ocultes a tus amigos tu aprecio hacia ellos. Mi amigo(a), no añores, no mueras por alguien si esa persona no sabe lo que sientes, siempre será más fácil decir que hacer, pero, más vale intentar que siempre pensar ‘¿qué hubiera pasado si…’ toma fuerza, toma valor, arriésgate, las películas no son del todo mentira, las grandes historias reales se forman con una mente decidida y mucha voluntad, la suerte no juega un papel importante cuando tienes los pantalones (o la falda) bien puesta. Si ahora estás enamorado y correspondido, que buena noticia, pero si no, también es una buena noticia. No hay mejor forma de amar que amarse a uno mismo, y se mide en el respeto que te tienes, ese respeto funciona en decisiones difíciles, como cuando te das cuenta que alguien juega contigo, ámate, ese respeto hará que sin remordimientos te alejes y sigas tu camino sin guardar ningún rencor. Rencor, miedo, duda. Todo lo malo viene de lo mismo, pero imagina que por caerte de las escaleras 10 veces, ya no quieras bajar a pasear sólo porque has tenido mala suerte algunas veces. Ponte triste cuando de verdad tengas que estarlo, tenemos muchos estados de ánimo que incluso el cuerpo necesita experimentar cada cierto tiempo, nos hace humanos llorar, reír, amar, caer, levantarse, bailar. Nos hace humanos crear y destruir. No juegues con el corazón de la gente, el amor es el hermano menor del karma, cualquier cosa que hagas consiente y deshonestamente te será devuelto. Aprende a esperar, pero también a saber que ya fue suficiente. No ocultes lo que sientes, si estas feliz estas feliz y punto, salta, baila, corre, grita; si estás triste estás triste, medita, reflexiona, aprende, muchas personas se guardan sus problemas y se los tragan ellos mismos, es saludable hablarlo con alguien más, aunque claro, no es obligatorio. Cuida tu cuerpo, tuviste la suerte de poder tomar éste escrito sin ayuda de nadie, no te empeñes en atrofiar tu ser con tonterías. En algún momento de tu vida tendrás la oportunidad de encontrar a esa persona especial con la que permanecerás mucho tiempo, algo curioso en la relación entre amigos es que aun haciendo las mismas cosas mucho tiempo, siempre habrá ese lazo de amistad y simpatía, pero en una relación amorosa, la costumbre y la falta de emoción sumerge a las parejas en una turbia situación. El amor no es algo ya hecho, jamás será así. Es como una pequeña semilla que se siembra entre dos personas y se va regando y cuidando hasta que llega a ser, un árbol indestructible. Es con ella/el, con quien tienes que discutir la pregunta: ¿cuándo fue la última vez que hicimos algo por primera vez?, y mi amigo(a), ése es un buen riego con todo y rayos de sol. Una última cosa más, aunque sea bueno innovar la relación, solemos olvidar la forma en la que enamoramos; que no se pierdan las primeras cursilerías con las que le dibujaste sonrisas, sirve al momento de recapitular el cómo empezó todo, me lo agradecerás cuando le quieras contar a tus nietos cómo conociste a su abuelo(a). ”

Quedé algo atónito pues no había hecho pausa al leer y al enfocar la vista a mi alrededor sentí como si volviera de un viaje, me masajee los ojos un momento, la lluvia había cesado y se asomaban unos rayos de sol, doblé la hoja y la metí más o menos en la parte del libro donde la había encontrado, no sin antes volver a verla y leer al final:
atte.: -JJ.


Jaquez16 de marzo de 2014

2 Comentarios

  • Libelula

    Ah bonita historia .
    Saludos

    16/03/14 10:03

  • Superandoloimposible

    Me ha encantado este texto. Muy bien explicado todo. Gracias por compartirlo con nosotros. Saludos :)

    17/03/14 11:03

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