Carta a la Espalda Más Bonita
Del Mundo
Carta a la espalda más bonita del mundo:
No te preocupes, estoy bien. Creo que siempre has pensado que soy más débil de lo que en realidad soy, quizás por esa extraña obsesion que tengo de arreglar la vida de todo el mundo menos la mía.
Anoche creí que iba a pasarlo mal, pero estuve un rato mirando a Dalí y Galatea y decidí escribir después de tantos meses. Galatea es el nombre que nunca le hubieras puesto a nuestra hija, así que me consuelo nombrando así a un pez.
Estaba loco por enamorme de ti, y porque tú lo hicieras de mí (qué sorpresa ¿verdad?) porque creo que nos merecemos.
Me merezco alguien que quiera mis abrazos, que me enseñe lo imbécil que he sido estos años por ir dando por ahí lo mejor de mí, que me diga que sé seducir de una manera especial aunque no sepa cual, y que soy capaz de hacer sentir a alguien la mejor persona del mundo.
Y tú te mereces alguien que te haga sentir la mejor persona del mundo, que te diga que eres la persona más bella con el pelo mojado y sin máscaras que oculten tus sentimientos y que te abrace porque crea que eres extremada y exóticamente frágil.
Y creía que eras tú y que era yo.
Pero esta noche veo que no (aunque en el fondo siempre lo he sabido).
No te sientas culpable, porque sé que sí te gustaría enamorarte de mí, pero uno no elige qué sentir.
Te pido perdón por no respetarte, por pedirte que curaras todas las heridas abiertas en mi piel y en mi alma, siendo yo el único responsable de ello.
Te deseo lo mejor, que encuentres a aquel que sepa como entenderte, tratarte y follarte bien, y pídele de mi parte que tenga paciencia (porque aguantar tus caprichos y tu orgullo no es fácil) y que te abrace todas las noches como me gustaría hacer a mí.
Y te doy las gracias. Siempre he pensado que aquella persona que querías conocer pero con la que no querías coincidir me había roto el corazón, y que tú, después de devolverme la esperanza, finalmente habías pisado lo poco que quedaba de él, pero ahora lo veo todo claro, primero me enseñó que quería amar, y tú me has enseñado que todavía no estoy preparado para hacerlo, pero que lo estaré y podré amar con todo mi ser. Y por eso te estoy agradecido.
Quizas te amo a ti y eres el amor de mi vida pero ahora no es muestro momento, no lo sé, todo es posible en esta vida. Espero que hayas disfrutado conmigo, ya sea en la cama abriendo nuestros corazones o masturbándonos.
Has sido la primera persona con la que he dormido abrazado, y eso te hace especial para siempre.
Te he dicho muchas veces que te quiero y todas eran mentira, ésta es la ínica verdadera: te quiero.
Te toca disfrutar de ti, conocerte, equivocarte y hacer locuras como ya he hecho yo, y a mí me toca pedir ayuda y amueblar mi cabeza de una vez, porque sólo aquel que se ayuda a sí mismo puede ayudar a los otros, así que ahora déjame, hasta que sea capaz de ayudarte, porque te aseguro que ahora mismo solo nos haríamos daño aunque creas que podemos ser amigos.
Ojalá tengas toda la suerte del mundo. Gracias por tanto amor.
