TusTextos

...hoy Voy a Ayudarte.

Retomo mi incrédulo rezo y en algún momento lo interrumpo para decir algo más. Ya no estoy rezando, es más bien una oración, algo que me dicta mi interior, algo que no quiero truncar. Le doy rienda suelta a mis pensamientos y logro percibir las pretensiones de mi corazón. Quiere un contacto más sincero, quiere una entrega, una palabra honesta, una mirada despierta, una razón válida. Y me exige esta charla íntima con mi Dios personal.
Ya mirando con los ojos hipnotizados en un punto, comienzo a recabar datos de mi pasado y mi subconsciente, tira imágenes de mi hermano en la niñez, de mi padre en la alegría, de mi madre en la cocina, de mi mujer frente a mi, de mis hijos en mi regazo. Todas ellas cargadas de emoción y logro diferenciar mi vida real, de ese momento de transición en viaje a mis obligaciones.
Cierro los ojos casi rescatándome de la captura del hipnotismo, y me hago un vistazo al pensamiento. Trato de decir unas palabras pero ya dije miles y miles en fracciones de segundos.
Quisiera poder expresar ahora lo que dije, pero no puedo. Solo se del sentimiento, de la sensación, y de que no fue conmigo mismo, sino con Dios.
Pero para calmar mi ansiedad, hice un punto de rescate e ideé una frase para poder volver a ese instante..."Dios, Hoy voy a ayudarte".
Javocba12 de diciembre de 2007

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