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Una Carta para Sofhia

“El amor es muchas veces el extraño sentimiento de querer satisfacer lo que por algún motivo se nos es arrebatado en algún momento, y de pronto, deambulamos por ahí, casi inconscientemente buscando sensaciones nuevas”, comentaba yo, al menos solía hacerlo, antes de percatarme, antes de que notásemos nosotros dos, la llegada del amor a nuestras vidas.

Extraño muchas cosas de Sofhía, uno de los gestos que recuerdo con nostalgia se presenta como película en mi cerebro, al recordar la forma en la que sonreía o en la que a veces me miraba, tan genuina e inesperadamente; el tiempo paso muy rápido para nosotros y como lo es siempre, fue muy cruel..., aún la extraño tanto como antes, solía retrasar el tiempo y detenerme en la maravillosa vista, fijando la memoria en cómo los claveles rosaban sus mejillas, a la luz del medio día, en el suceso glorioso donde la fragancia que la envolvía se generaba en un toque acompañado por cantos casi celestiales o cómo estaba cubierta por el rocío perpetuo en su dulzura. Ella sabía que expresarle mis sentimientos según lo que sentía, no era sencillo para mí, quería mostrarle lo que mi corazón reprimía en cada momento, incluso cuando mis pensamientos eran confusos, revueltos y pensaba que ya no había salida, como si mí vida fuera un cuadro pintado al revés, ella lograba entenderlo, era mi paz, pero un día se tuvo que marchar de mi lado.

Estallé en desilusión de no tenerte aquí y añorar la bella sonrisa que puede solo emanar de la bella dama que alguna vez tuve frente a los ojos, de la mano y cerca de la curvatura suprema, sus labios. Siendo atormentado por lo que alguna vez fueron los rayos del sol que asomaban en sus ojos, cariño expresando en lenguaje no estudiado, solía afirmar y sí, de tal manera lo fue. Había esperanza en sus manos, una calidez infinita pero no era para mí.

Y acontece que fue así por mucho tiempo, era prófugo de mis sentimientos y emociones, no lograba olvidarla, la mente me jugaba rudo y caí en malas rachas, me hacía daño y cada vez me distraía más de cosas tangibles y relativas, mis estudios mentales. Sentí ganas de abandonar todo y esperar desconsoladamente el día en que vuelva a verla, y que sepa que aún tengo ganas de decirle algo por última vez, que todavía la quiero.

El amor como tal viene siendo el sentimiento de necesidad de afecto que debemos expresar o esperamos que nos expresen de maneras distintas, inimaginables, puramente físicas pero el toque de dos palmas que se unen y meramente químicas por liberación de oxitocina y demás hormonas que nos vuelven contentos, más livianos, acompañada de la extrañeza cuando fenece, fin del tiempo de limerencia podrían llamarle otros estudiosos. Y podría enumerar miles de excusas y teorías y mencionar y dar conceptos inútiles para poder comprender lo que yo sentí al tratar de mirarla sin que me revolotee el estómago tal cual gastritis iniciada, para comprender como es que su voz calmaba todo el desorden de ideas apresuradas en mi cerebro y el cómo su andar parecía elevarme hasta el cielo cuando iba a su lado. Tratar de explicar y darle sentido a lo que sentía mi alma y mi corazón que necesitó de analgésicos para sobreponerse al abandono de los mensajes yacentes en una pantalla de fondo blanco, con una foto tuya sonriendo, pero no a mí y a tus ojos dando paz y tu voz y tus gestos, pero ya no, ya no junto a mí.



Jean06 de febrero de 2021

1 Recomendaciones

1 Comentarios

  • Voltereta

    El amor es un sentimiento que deja huella siempre en quien lo sufre, en realidad es una caverna inmensa en la que se puede desarrollar cualquier mundo imaginario.

    Me ha gustado mucho como has desarrollado tu propia idea del amor.

    Un saludo.

    06/02/21 07:02

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