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Lucia y Las Pinturas Malditas

Lucia lloraba en el parque amarillo, a ella nunca se le había visto tan triste, aquel veneno le recorría las venas evaporando cualquier gota de felicidad, sus ganas de vivir , cada latido, cada grito de su corazón acelerado, se va yendo, su mirada cambia, aquellos ojos se llenan de obscuridad y su pupila dilatada se hace cada vez más notoria, su piel blanca se hace morena, su alma se ha ido y su cuerpo por fin se relaja, Lucia ha caído en un sueño eterno, aquel veneno se ha convertido en su salida, estaba cansada de vivir llorando, lo único que hacía era esconderse, por fin aquel 21 de septiembre de 1942 Lucia fallece a las 23:00 de la noche, las horrorosas escenas de la segunda guerra mundial hacían de su vida un infierno.
Cinco años antes Lucia gozaba de una vida de lujos, casada con el alemán Amadeus Falkenhorst Wittgenstein, los esposos reunían cuanto se requiere para disfrutar la felicidad posible en el mundo: juventud y amor, salud y dinero. Amadeus era un pintor no muy reconocido, pero apasionado, el siempre hacia retratos de su esposa y luego los vendía para que todos observaran la belleza de Lucia. Todo andaba bien hasta que estallo la segunda guerra mundial en 1939, Amadeus fue reclutado para las tropas de Hitler y enviado a combatir países enemigos, el querido esposo de lucia enviaba cartas siempre que podía e incluso hacia pequeños dibujos de ella demostrando lo mucho que la llevaba en la mente, en sus cartas redactaba el horror de lo que se vivía en aquel momento en donde lo único que existía era la muerte y el sufrimiento de millones de personas siendo masacradas, envenenadas, quemadas vivas, fusiladas y siendo esclavas de un tirano enfermo y pobre de sus facultades mentales
Una tarde gris, en el campo, mientras las primeras hojas que arranca el vendaval de otoño caían, predispuestos a la melancolía y al terror por este espectáculo, hablamos de la fatalidad de la guerra en su auge, tocan la puerta de la casa de Lucia, ella abre la puerta temerosa a que sus más profundos miedos fueran ciertos, y en ese momento le dan la trágica noticia de que Amadeus, su fiel compañero, su esposo, su vida entera& había fallecido a manos de los contrarios, defendiendo a los suyos, en ese momento Lucia siente una extraña sensación, un escalofrió por toda la columna vertebral que la tira al piso, empieza a llorar descontroladamente y la nostalgia se apodera de ella durante los próximos dos días. Lo único que hacia Lucia era ver todas las cartas y pinturas que con tanto amor Amadeus le había hecho, entre todas las pinturas, una le llama la atención a Lucia, aquella pintura no la había visto antes, era de un pequeño niño que lloraba y parecía que esta la llamaba.
Aquella pintura pareciera que comprendía los sentimientos de ella, su mirada era idéntica a la de Lucía así que ella decidió colgarla en su sala y mirarla cada atardecer recordando a su difunto esposo, hizo esto cada día durante 6 meses hasta que un día Lucía empezó a notar cosas raras, sentía que la pintura la seguía con los ojos, a veces las cosas se quebraban sin motivo alguno podía oír voces en su cabeza llevándola al punto de no dejarla dormir. La necesidad de ver a esa pintura se volvió prioritaria e incluso se tomaba horas completas viendo aquella pintura, observando los más mínimos detalles hasta la pintura en su mayor expresión, poco a poco se creaba una ansiedad y una melancolía en Lucía, ella parecía que comprendía lo que quería expresar el autor de aquella pintura, llegó al punto que Lucía se volvió inestable enloquecía si no estaba con la pintura e incluso hablaba con esta, lo que había empezado como un gusto por la pintura, se estaba convirtiendo en una obsesión y un intento desesperado por sentir de nuevo algo en el corazón, aquella obsesión motivó a Lucía empezar a pintar hermosos cuadros hechos de óleo sobre tabla, nunca antes había sentido esa pasión por pintar, por fin había encontrado algo que la hiciera feliz por un tiempo.
Empezó a vender sus cuadros por una buena cantidad de dinero pero debido a que en esos tiempos la pintura dejó de ser algo popular, las obras de Lucía empezaron a dejar de venderse. Presa de el pánico, la envidia y el enojo empezó a plasmar en aquellas pinturas un mensaje de muerte, cortó algunas de sus venas y utilizando su propia sangre pinto los cuadros, lanzo una maldición sobre ellos, obligando a los propietarios de estos a sentir una inmensa pena y tristeza al ver los cuadros, además de que acompañarían siempre a un sinfín de tragedias con ellos.
Un dia, el 21 de septiembre de 1942, lucia consumida por todo el odio y el terror de la guerra, pinto un ultimo cuadro en donde plasmo escenarios de la segunda guerra mundial y a un pequeño niño llorando, con una mirada profunda y penetrante, tenía una aura que se sentía y además los pequeños ojos de aquel niño se veían tan realistas que era como ver a un pequeño de verdad a los ojos, sus lagrimas parecían ser de cristal, su pequeño cuerpo pintado a la perfección, hasta el mas minimo detalle tenia una explicación, todo el terror, sufrimiento y el morbo de un alma humana y a la misma vez la inocencia, la pasión, y la serenidad misma, la tenia ese cuadro, era una combinación perfecta y que a su vez, describía Lucia como un cuadro que refleja lo que siente cada persona, esta vez lucia no quería expresar sus sentimientos, si no que aquel cuadro fuera como un espejo del alma y en el pudieras verte a ti mismo como realmente eres.
Esa misma noche, lucia termino aquel impresionante cuadro, salió a dar una caminata al parque amarillo y fue entonces cuando decidió acabar con su vida en aquel cuerpo débil de mujer, decidió ser inmortalizada en cada uno de los cuadro que ella pinto, murió triste, recordando a su fallecido esposo y sintiendo un gran dolor por el veneno que quemaba lentamente todo su interior.
15 años mas tarde se dio a conocer la historia de Lucia y los cuadros malditos, miles de personas aseguran que esos cuadros solo traen desgracia a los propietarios, se han quemado casas enteras y los cuadros siempre se descubren intactos, a demás de que los dueños de las pinturas terminan por suicidarse de la misma manera que Lucia, o terminan en el manicomio asegurando que la pintura se había apoderado de ellos.
En total Lucia pinto 21 cuadros de los que 16 estan resguardados en un lugar bajo llave, ya que se consideran altamente peligrosos para la mente humana, han querido estudiar el porque de esos efectos tan nocivos en la salud mental, pero siempre termina en desgracia. Aun existen 5 cuadros y uno de ellos es el ultimo que pinto Lucia, nadie sabe de su ubicación, pero se debe de tener cuidado ya que uno puede estar colgado en tu sala.

by: JenniferMSM
Jennifermsm29 de julio de 2016

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