Una infinidad absurda de credos ciegos,
Que copan mis eras de falsedad
Frente a mis ojos,
Y que mi persistencia estúpida,
Aún no quiere ver
Confidente de una ansiedad perpetua,
Trato de filtrarme en ti
Con frases escondidas y sonrisas frágiles,
Pero el engaño de tus versos destruye al tiempo,
En su recuerdo más puro.
Tu traición abriga mi fe en ti,
Y miles de rostros sonrientes
Se van al infierno.
Mi culpa fúnebre y nefasta
Acaba con mi razón del tiempo falso:
Tú.
Mil dudas estallan a mi alrededor,
Y la mentira de tus palabras
Ve caer mis lágrimas confundidas.
