Tabris, Entrega 3
...VIENE DE LA ÚLTIMA ENTREGA
Llegó a una yarda de distancia del hombre, que aun dándole las espaldas, miraba sin desperdicio por la ventana. No supo que hacer. Bajo su mirada nuevamente, y la esperanza se murió.
Aquí estoy.
Yo soy Tabris. Sobre de mí solo mi señora Lilith y sobre ella solo el señor del limbo y del otro mundo, amo total de los sueños y temores.
Al escuchar pronunciar el nombre se sintió angustiada por el mísero momento que duró el impacto. Recorriendo por el pasaje de su mente junto a su memoria, no hay nadie con ese nombre registrado.
El hombre se torno frente a ella. La escudriñó con la mirada de forma apacible. Llevó su mano izquierda hasta el mentón de Isabel, para levantar su rostro y poder verse. Más ella no le miró.
- Pero, ¿quién es Tabris?
Con tenue tono le habló.
- Mis ojos son todas las estrellas y el mismo sol. Mi cabello es toda la vegetación. Mi voz son todos los pensamientos que se escuchan como el trueno y se desliza con el eco. Mi garganta es donde pasan los lamentos y gritos de desesperación. Mis orejas son toda la materia donde el sonido golpea. Mis hombros son los mismos que los lomos de las bestias de carga. Mi pecho se encuentra en todos los valles, llanuras y extensiones de tierra. Mis pezones son los montes y montañas más altos. Mi abdomen es la vastedad de los cultivos. Mi ombligo es el que me mantiene unido con todo lo abstracto, oscuro y subterráneo, los cráteres de los más bravos volcanes. Mis brazos uno la epidemia y el otro la guerra, los dos matan sin ninguna selección. Mi genital es el de todos los machos y mi presencia se da en el orgasmo. Mis manos son una el golpe y la otra él ademán de adiós. Mis uñas los caparazones escudos naturales de los animales. Mis caderas el equilibrio de todas las cosas. Mis muslos el caminar del cansado. Mis piernas la velocidad misma y las patadas de las bestias. Mis pies, garras y patas de bestias que matan. Mis talones lo que tu entiendes por gravedad, lo que te mantiene en tierra. Mis pensamientos el autismo, patologías y la esquizofrenia de tus hermanos. A eso que lo llamas anormal eso es mi razonamiento. Mi imaginación son las profecías de destrucción. Mi sueño es la propia muerte y mi muerte es tu infierno en vida, tu sufrimiento, desesperación... eso soy yo para ti.
- ¿Cómo?
- Pues es lo poco que tu mujer, puedes comprender de lo que soy. Aun así te es inconcebible él aceptarlo. No tienes la capacidad y el ánimo de entender todo lo que yo soy. Mi simple presencia es él negarte esa mentira de verdad que te han enseñado a aceptar. Pero me amas.
Cuando le vio directamente, se encontró con una mirada penetrante, fue como si despertara de un letargo. Sus ojos se movieron sin sentido, su cabeza estática. Trató de explicarse que era lo que había sucedido. No podía; no lo aceptaba; no quería permitirlo. Recordó que aquel hombre se lo advirtió. Su mirada perdida, solo podía ver las imágenes en su cabeza, borrosas imágenes que solo eran de él; ruidos, frases, pasos, respiración acelerada, la charla, lo que dijo todos estaban presentes. Pero no era real. ¡No podían ser reales!
Lo que dijo el hombre era imposible. Nadie podía ser lo que dijo ser; era algo tan universal lo que dijo ser, que no puede enfrascarse en un solo ser. Eso haría perder la esencia de lo que es en realidad. Sin esencia no hay nada. Vacío, un empaque vacío, ¡un empaque vacío!
SIGUE EN LA SIGUIENTE ENTREGA....
