“Abandonan, primero uno y luego el otro, la habitación del hotel”, han decidido pasear por los bulevares hasta la hora señalada. Se encontrarán más tarde, tienen que pasar por el piso de unos amigos para recoger un paquete cargado de negros presagios. La ciudad de la luz les acogió ayer como si fuera una fiesta, pero ellos no están de vacaciones, tienen una oscura misión que cumplir. Sin embargo, todo pasará muy rápido, en un segundo sus cuerpos saltarán por los aires atropellados por el automóvil conducido por una abuelita francesa que no ve muy bien y se saltará un semáforo en rojo frente a la entrada de la Sala Bataclán.

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3 Comentarios

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  Sandor

  ....me ha gustado como perfilas en pocas líneas, esos minutos previos a lo sucedido. Me has recordado a las mejores líneas de Don de Lillio.Magistral!
  Saludos
  Carlos

  18/11/15 10:11

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  Sandor

  Don de Lillo

  18/11/15 10:11

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  Jucapega1963

  Gracias por tus palabras, Carlos. Colocarme al lado de Don de Lillo me sonroja y apabulla.
  Saludos.

  18/11/15 09:11