Qué bonito es irte a dormir sabiendo que hay alguien que mañana se preocupará por ti a pesar de todo...
Que precioso es sentise querido y querer a alguien como si fuese la única cosa en el cosmos que te haga feliz.
Que magnífico es sentirse completo mientras piensas en alguien que tal vez no ves durante varios días pero sabes que de alguna manera siempre está ahi, a tu lado.
Hace mucho que no escribo a alguien porque no sentía necesidad ninguna de expresar nada que no fuese frustración, desagrado o tristeza, aunque fuera a un simple papel.
Llevo años dedicando mis textos al lado más oscuro de mi alma, sintiéndome penada por fracasos que jamás existieron pero en sí, estaban dentro de mi mente.
Quiero cambiar esa parte de mi, que conmemora el arte a la lobreguez, a esa nube que tapaba la niña risueña que sembraba un camino de conveniencia, seguridad y alcance de alguna migaja qué no sabia que sería pero por defecto, algo bueno.
Quería explicarte que toda mi vida ha resultado ser resultado de ver resultados. ¿Parece ilógico verdad? Lo és. ¡Y así soy yo! La ilógica, contradictoria mente que aplaude a los demás pero no tiene astucia para verse a sí misma como alguien de provecho. Y sí, lo soy; soy alma de provecho para mí misma porque he convertido todo este curso en lo que jamás diría que sería una lucha contra mi reflejo.
Desde siempre y desde ahora he prometido respirar dos veces antes de abrir los ojos y buscar hambre de buenos días; he rezado a mi naturaleza pidiéndole energía y agotamiento al final del día porque lo qué mas añoraba durante años, era sentir como los parpados se apagan mientras se abría la mente.
He agotado todas mis ganas, reinventando el esfuerzo y he cosechado karma y consuelo.
Me he herido tantos abatimientos que sangraría si fuese real, cada vez que explicase los milímetros que estuve del óbito.
Tantas veces que litigue conmigo misma sobre qué hacia y quién era... que ahora no tengo argumentos para responder que hice durante todo ese tiempo.
Ese intervalo perdido que jamás regresará aunque más llore al espacio.

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1 Comentarios

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  Voltereta

  Hay un espacio entre la sombras, que resulta habitable aunque parezca lo contrario, a veces las almas oscuras se deslumbran al buscar la luz y acaban cayendo al abismo, perdidas en su propia ceguera. Sin duda me gusta tu forma de escibir, es evidente que compartimos cierto espacio.
  
  Un saludo.

  05/02/18 08:02