Hay un mar de lágrimas que no puedo navegar
Eres tu el llanto de mis pesadillas que no puedo evitar.
Eres aquella noche lóbrega que me apaga y aún así pido un deseo al verte pasar
Eres aquella diminuta estrella en un mar lleno de amores no encontrados, que quieren aprender a amar.
Estuviste en mis brazos congelados en un diciembre, me entregaste un cálido y triste amanecer
Ese día supe que era la última vez que te volvería a ver.
Aún sigo pensandote en medio del desierto en el que me has dejado, sin ningún remordimiento he contado 64 horas, en un desconocido sin sentimientos te has transformado.
64 horas pasadas, eras palabras tristes tatuadas, eras cenizas dispersas en mi pequeña mente desolada.
Nunca más encontré sentimientos encontrados...
Llore en las mejillas de tu madre desesperada
Arranque tus retratos difuntos a tu padre atormentado
Devore las penurias con las que tu hermano se ha ahogado
Yo rompí petalo por petalo las cuales mi corazón ha guardado
Rosas regaladas que aún no se han marchitado.
Fuiste mi pasado más doloroso, fuiste ojeras por muchas noches.
Escalofríos por cada vez que tu alma salía en las tinieblas de tu tumba más visitada.

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2 Comentarios

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  Diegozami

  Karina, siempre que te leo, me quedo con algo.
  
  Me quedé en una zona triste con tu texto...pero es un texto potente. Sacude.
  
  Saludos siempre.
  

  12/05/19 08:05

• 

  Eliakazan

  Nos han enseñado a sobre valorar el al amor, es una creencia, aquel que no lo posee o no es correspondido esta fuera del circulo. El amor es desilusión en gran parte, pero también hermoso cuando se acaricia, yo nunca he creído que podamos poseer lo en su totalidad, nunca el del todo nuestra la otra parte.

  12/05/19 11:05