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Seiko 3000 - Capítulo 32 - El Ambiguo Bando

Durante el tiempo en el que Ivon estuvo en silencio en su celda, sus compañeros sufrieron también con él. Aunque permanecieran ocultos en una isla donde durante el día poblaba una densa niebla y por la noche las nubes dejaban entrever la luna y sus estrellas, les estaban llegando muchas noticias a la vez. Y muy importantes. Alcoida, confirmado por los isleños, era una Aimier Directa, siendo heredera a falta de la aprobación de su madre, Eva. Casandra también era una familiar aliada, una deltario, y como testigo, Roberto dio fe que era la única superviviente de los Deltario. Por esto también fue reconocida como heredera al título como Deltario, aliada de los Aimier. Pero aparte de los nombramientos y de los reconocimientos quedaba el asunto de presunto espía. Sus amigos llevaban más de una semana esperando una respuesta por su parte y ya les habían ofrecido refugiarse lejos de Ramber. A las Tierras del Norte o a Beleinfral, la isla del Norte, donde se refugiaron la mayoría de los aimieranos, como les contaron los isleños. Nunca se les ocurrió abandonar a Ivon de la isla nº1 donde estaban. No hasta que hubiera explicado algo relacionado con el misterioso “Libro de Pandora” del que Sirena se negaba a confirmar incluso a Alcoida de la autenticidad del texto.
El 27 de Enero, mientras Alcoida entrenaba unos movimientos con su Tridente, claramente recuperada, la avisaron. Su hermano estaba dispuesto a hablar. Corrió hacia la celda donde le retenían y entro jadeante.
- He venido cuando me he enterado – Su hermano se había sorprendido al verla sin heridas ni vendajes - ¿Y bien? –Dijo recuperando el aliento - ¿Qué quieres contarme? ¿Algo sobre Pandora? ¿U otra cosa?
- Creo recordar, que se algo sobre lo de Pandora. Siento haber tardado tanto…
Los demás estaban en una cabina oculta con un espejo, viendo la escena a través de unos altavoces. Sirena estaba atenta como un felino delante de su presa.
- … Pero por más que me adentro en mi pasado, no saco nada en claro. Ni siquiera tengo recuerdos de los que me dijiste en Agreste.
Yussuf junto a otro hombre, apuntaban notas en unos cuadernos e intercambiaban impresiones con susurros inaudibles. Casandra estaba nerviosa y distante, viéndolo
- ¿Pero entonces…? ¿De dónde sacas lo del libro? ¿De la COGESEK? ¿De algún soplo?
- ¿Tu también piensas que soy un espía, Alcoida?
Los dos seguían tomando apuntes, frenéticamente. Kas, estaba enfadándose.
- Limítate a decirme lo que sabes. Nada más – dijo Alcoida, inapelablemente.
- No esperaba menos de la descendiente Aimier…
La tensión entre Kas y los apuntadores estaba creciendo y Roberto lo notó cuando Casandra estuvo a punto de decir algo a los isleños. Probablemente, ofensivo.
- … Pero quería verte para decirlo –Alcoida asintió, esperando.
- Cuando estuve dentro de las US, tenía un amigo llamado Miguel Cielo que leía todo lo libro con relación a la historia del mundo, desde la caída de Troyana hace casi 1000 años. Hace unos 2 años, que es donde tengo retazos de memoria más largos, Miguel estuvo dándonos la brasa con un libro donde había leído algo interesante de los Aimier. Como yo era el recién llegado a la unidad no le creí pero sin embrago guardo ese recuerdo con bastante recelo (no se bien por qué).
- Dime ¿Qué era?
- Contaba que eran unos manuscritos de mucho tiempo atrás en el que se detallaban ciertas anécdotas en las que se basaron hechos posteriores…
- ¿Posteriores? ¿A que se refería con ello? – preguntó Alcoida, hecha un lío.
- Que lo que se detallaba en el libro, se cumplió. Por ponerte un ejemplo, predecía la caída de Troyana – dijo lapidariamente.
A todos los que pillo por sorpresa lo del libro de Pandora, ahogaron un grito. Todos salvo a Sirena que miraba con los ojos entornados a Ivon. Velozmente, Yussuf salió de la sala con un papel y hablando con un walkie talkie con otra persona.
- ¿Qué… qué el libro de Pandora predijo eso?
- Sí… intento recordar que,… Miguel dijo que pasaría algo más tarde,… ¡Ya lo sé! ¡Oh, Dios!
- ¿Qué pasa? – preguntó alarmada Alcoida. También lo estaban en la sala de al lado.
- No sabía que lo que dijo Miguel fuera tan cierto como inquietante…
- ¿Más inquietante que qué? – dijo al aimierana, ansiosa de respuestas
- Que la caída de Troyana… ¡Otro meteorito Alcoida! ¡El que caerá el año que viene!
Nadie se esperaba aquello. Sirena, por primera vez, separo sus manos de la postura investigadora, asombrada. Si un soldado, o mejor dicho, un hombre libre descubrió, por mucho que removiera en los viejos libros de la historia, una referencia a Pandora como aquella, sabía que no mentía. Y que definitivamente, Ivon Hylyn pertenecía a su bando. Kas y Roberto no sabían que un libro pudiera predecir el futuro de ese modo demoledor. Incluso a Yussuf, que había vuelto del pasillo en aquel instante, tenía la certeza que se trataba de un libro muy extraño.
- ¿Me dices que todo eso te lo contó un soldado de tu unidad a la que le gusta buscar la historia del planeta en los libros? ¿Piensas que voy a creerme que ese tipo en alguien en el que podamos confiar tras lo que ha sucedido?
Alcoida respondió con tal de saber si de veras ese tal Miguel Cielo era un espía de la COGESEK infiltrado en las US ya que parecía muy interesado en esa misteriosa historia que le contó Sirena en torno a Pandora.
- Mira –dijo Ivon por primera vez desde su largo silencio en un tono duro – Si no estas dispuesta a creerte en lo que te digo tras haber estado más de una semana vagando en mis sueños casi borrados, sin nadie… Prefiero largarme de aquí y que os apañéis tú, esos isleños, la COGESEK y todo el que quiera entrometerse sin mí ¿entendido?
La aimierana, dejando a un lado las exigencias del guión de mantener sus sentimientos a raya, fue a reprimir a su hermano como su hermana mayor…
- ¡Ivon! ¡No me hagas perder la maldita paciencia! ¡No se si eres o no eres un espía dormido de los ustules para infiltrase en mi vida o en la de los isleños…! ¡Pero de lo que estoy claramente convencida es que yo sí te recuerdo de niño en Agreste! ¿Me oís? – dijo dirigiéndose a una pared. A Ivon le pareció extraña la súbita actuación de Alcoida. Sobre todo cuando saco su tridente, acciono un mecanismo y vio 5 brillantes aceros cerca de su cuello. Alcoida estaba muy presionada y le dijo…
- Júrame por lo que recuerdes, que ese tal Miguel este en lo cierto y no tenga nada que ver con los ustules o la COGESEK… O de lo contrario – hincó la punta del tridente en la barba desaliñada del ex militar – te aseguro que lo que sufriste en Yastrai no será nada con lo que te puedo hacer yo sola…
Antes de cometer la locura de herir a su hermano, Yussuf entró con estrépito en la celda y sujeto a Alcoida que se rebelaba ante los intentos de calmarla de parte del isleño. Después entró Sirena, deslumbrando a Ivon con la luz del pasillo.
- ¿Eres la del interrogatorio?…
- Si, Ivon. Permíteme que me presente. Soy Sirena Isleña, líder de los Isleños o como nos conocen, defensores de los Aimier del grupo Sagita.
- De acuerdo, mucho gusto – digo con bajando la cabeza – Pero… ¿Por qué ahora y no antes, cuando me interrogaron…?
- Alcoida ha sido nuestro enlace, Salvador. No esperaba que viera con mis mismísimos ojos a nuestro heredero…
- Espere ¿Qué hace?... – entonces todos, salvo Alcoida y él se arrodillaron. Los guardias. Otros testigos, incluso, los posaderos, en el pasillo.
- ¿Qué es esto? Estoy tan confuso que no entiendo nada…
Alcoida le miro a su hermano con valor y orgullo, como si proclamase algo solemne.
- Salvador Aimier, acabas de ser nombrado heredero de los Aimier. Mis respetos.
Ella también se agacho, pero él seguía confuso en aquel bando.
Keitaro22 de julio de 2008

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