TusTextos

Seiko 3000 - Capitulo 65 - Reposo y Reporte

La pregunta de Jonás a Icíar no se hizo esperar. Cuando entró a su despacho fue directo al grano.
- ¿Ha servido para algo?
- Sí – respondió Icíar con un tono serio – Aunque ahora no conocemos su ubicación, sé que ningún miembro de La Fuerza o caza-recompensas les haya cogido.
- Menos mal que Tiberio estaba en Vendaval por recabar información para el recurso – añadió tras suspirar de alivio, Jonás – Vaya suerte que hemos tenido…
Icíar no dijo nada. Era completamente distinta desde que desempeñaba el cargo de guardia personal del presidente. No era sumisa, pero tampoco inflexible. Aun así parecía guardar algo en su interior. Aunque Jonás no supo bien el qué.
- ¿Se sabe algo de Marina? – preguntó pasados unos minutos
- Que sigue concentrada para su equipo. El campeonato de Almindrens ya ha sido previsto para la semana del 6 al 12 de Junio. Tiene mes y medio para el seguir en Bahía Cost
- ¿Tanto tiene que durar su concentración? ¿Qué sucedería si la llaman a filas?
- Está exenta – respondió Icíar, consultando unos papeles – Desde el año pasado ha tenido periodos similares. Ya sabes, exhibiciones, patrocinios, eventos…
Afortunadamente el equipo Integra & Co. no es muy famoso así que sus apariciones fuera de temporada son puntuales y escasos
- Eso quiere decir que está fuera de juego ¿verdad?
- No tiene por que
- ¿Y eso? – preguntó, extrañado, el soldado
- Si el grupo apareciera por Bahía Cost y ella tiene el día libre, siempre les podría ayudar.
- ¿No estaba concentrada?
- Existen días libres – zanjó Icíar – Lo que sucede es que éstos, son escasos. Y conllevan a una sobrecarga en días siguientes por “trabajo acumulado”. Además los días escasearán para cuando se aproxime en evento.
- Y todo ello nos sitúa en una posición…
- … De desventaja, lo sé.
El asunto “Marina” parecía no tener una solución sencilla y auguraba noches enteras resolviendo trabas para que, cuando el grupo apareciera en Bahía Cost, Marina estuviera libre.
A varios kilómetros de allí, anochecía la tarde del 15 de Abril. Salvador estaba bastante magullado pero no revestía, como siempre, de gravedad. Alcoida, por el contrario, había gastado casi toda su energía para salvar a su hermano de la espantosa caída de 70 metros a la que habían sobrevivido. Pero estaba seriamente herida en su brazo derecho. La venda que impedía que su estigma la dominase, se rasgó y empezaba a invadirla el cuerpo entero.
Estaban varados en la vega derecha del río Turbia y la carretera que serpenteaba la ladera norte estaba a unos 10 kilómetros al Oeste de donde yacían. Alcoida estaba a punto de desfallecer cuando el estigma se había propagado en mitad de su torso y casi había alcanzado el corazón, cuando una sensación cálida, surgió de su otro brazo. El torrente sanguíneo pareció conducir una corriente caliente y purificante hasta su corazón. Al llegar a éste, rápidamente, expulsó al estigma que quedo grabado como una simple cicatriz en su hombro derecho. Giro la cabeza. Su hermano, boca abajo, le guiño un ojo.
- Creo… -murmuro – Que esto es lo poco que puedo hacer por ti.
Alcoida, no pudiendo reprimir sus lágrimas, se abalanzó sobre él y le abrazó efusivamente. Jamás creyó que nadie pudiera salvarla. Pero Salvador le dijo que su vida, era lo más importante. Más que la suya propia.
Gabriel, el jefe de los caza-recompensas fue abofeteado por el capitán Taraca poco después de llegar a un furgón con destino desconocido.
- Ya es la octava vez que estos fugitivos se me escapan de las manos – gruñó Carlos. El aspecto del imponente capitán había cambiado. Durante su mandato como nuevo líder de los ustules había ganado en fuerza, dialéctica y en musculatura. Ahora parecía un Sansón con unas melenas largas y azabaches que le llegaban hasta la mitad de la espalda. Vestido con un traje oscuro, su mirada impresionaba aún más que antes. El gélido azul de sus ojos te traspasaban como carámbanos de hielo. Gabriel, enmascarado con una máscara que le cubría la parte derecha de la cara y un pañuelo su boca, le miro con su ojo libre, de un fulgurante ámbar. Su cuerpo era un perchero de armaduras y accesorios. Era líder del sindicato de caza-recompensas de Halaria y regia sobre un grupo de varios hombres y mujeres a sus órdenes. Mejor dicho, era un solo cazador. Los demás le hacían el trabajo sucio cobrando a comisión.
- En mi trabajo siempre ocurren errores – defendió el misterioso hombre.
- No es mi problema. Les pago para que sean eficaces. No para que todo el mundo se entere de que hay unos fugitivos sueltos – dijo Carlos, visiblemente amargado
- He oído con no soy el único a quien les ha dejado marchar. Su gobierno y la COGESEK también les han perdido muchas veces.
- Por culpa de ineptos patanes que no supieron hacer bien su trabajo…
Un súbito vaivén del furgón desestabilizó a los pasajeros. La conductora, una chica morena, alta y esbelta, le molestó aquel comentario. Inés no aguantaba al capitán.
- ¿Qué coño….? – bramó enfadado Gabriel
- No pasa nada. Un simple adelantamiento…
Ahora, el capitán Taraca había asumido el mando. Cuando murió Víctor a manos de Salvador, su corazón estaba destrozado. Había perdido a su hermano y a su... amante, en menos de un mes. Al ser depuesto JM Ustul, su padre se vio obligado a que aceptase al nuevo miembro de la familia como dirigente en sus operaciones encubiertas en Balcania. Aunque aquel fracaso supondría haber llamado la atención sobre unos “muertos vivientes”, de encubiertas había bien poco. Los fugitivos tendrían la presión en sus talones y, mientras no interviniese el gobierno del País, podrían seguir presionándoles.
Cosa que cambiaria después de ver lo ocurrido en Vendaval.
Los hombres de Gabriel habían recurrido a un avión de combate de contrabando y, aprovechando los vientos alisios a aquellas horas, creyendo que lanzando un misil a la posada, ya estaría hecho el trabajo. Pero al ver que los misiles no eran más que copias baratas y poco potentes, tras el primer ataque, decidieron gastarlos todos en varias oleadas. Aun así, no pudieron evitar que el grupo se escapase. Un experto pistolero les mantuvo a raya durante más de 2 kilómetros de bajada y el jeep fugado disponía, además, de un lanzacohetes de última generación…
- Jonás… - pensó Carlos en voz alta
Desde que desertara, había sido el gran revés de Ivon y los suyos. Propiciando la huida de los suyos del ARCA cuando parecía haberlos apresado, apoyándose del vetusto presidente, derrocando a su padre del mando de los asesores y poniendo un neo-aimier como los Delta a la diestra del presidente y miles de destrozos. Un convertidor, un recogedor, los calabozos de la COGESEK, el ARCA simulada, la Vía Campeona, el hotel Mirástropo, el edificio social Conárgel y, ahora, casi todo el Parador de Vendaval.
- Los daños causados superan más de billón y medio de Tecnecianos.
Éste era el director general de la COGESEK, Kladius van Utter, al capitán Taraca por teléfono una vez solo en su furgón dormitorio tras llegar a un punto indeterminado de Balcania. El director le había estado contando todos los detalles de sus fracasos.
- Además, hay que añadir el dinero de indemnizaciones de estos tres últimos edificios. En total más de 2’3 billones de Tecnecianos. La COGESEK no se hará cargo de todos los pagos, sólo de los concernientes a su ámbito ¿Sabes que quiero decir, capitán? Que la operación para eliminar a ODISEUM de Ramber la va ha hacer su p*** madre.
Carlos no pudo más que apretar sus los dientes.
Keitaro27 de agosto de 2009

Más de Keitaro

Chat