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Seiko 3000 - Capitulo 90 - El Cuento de la Princesa Olvidada

Eloise Niala era la única superviviente de la familia Niala.
Tras unos momentos intentando convencerla de que les dijera si había alguien más con ella, al final desistieron. Sus palabras eran claras.
- Todos murieron hace años
Las causas parecían difusas ya que ella era aún muy niña cuando el avión amerizó cerca de Bahía Cost. Una tremenda tormenta la alejó del avión siniestrado y acabo por vararla en aquella isla. Pronto tuvo que vérselas con los peligros del interior de la selva. Animales desconocidos, bestias furiosas y plantas carnívoras sedientas de carne humana. Todo aquello resultó curioso y sorprendente a quienes ya habían pasado por algo muy parecido tanto en Ramber como en Balcania.
- Y… Desde entonces ¿Has estado sola? – preguntó Alcoida
- No. He estado acompañada. Siempre.
- ¿Por quien? –dijo Roberto
- Mis antepasados me cuidan. Les siento y ellos se sienten protegidos. Por eso de que ya están muertos. Aunque no se porqué.
- Me sorprende tu frialdad…
Salvador estaba absorto con la declaración de Eloise. Pero si ella era una descendiente de los Aimier, quizás fuera capaz de… hacer esas cosas.
- Me sorprende más que me lo diga un Aimier Directo.
Salvador, antes de que nadie pudiera evitarlo desenfundo su arma corta y la puso a escasos centímetros de la garganta de la joven.
- ¿Cómo lo sabes?
- ¿Cómo sabes tú que yo soy una Niala más? ¿Acaso no sois quien buscáis?
Salvador no pudo más que bajar su espada ante la evidencia.
- ¿Cómo sabes que venimos a buscarte? – preguntó Cassandra extrañada
- Los ancianos
- ¿Eh?
- Los ancianos son los ancestros que viven aún en estas islas. Viven desde la caída de Troyana y tienen mucha más historia que Las Partidas. Permitidme
Y la chica de poca edad se situó entre Salvador y Alcoida. La tarde se extinguía y el capitán del barco, Gabriel ya les había avisado que intentaría toda la noche arreglar el motor. Así que, ya habían encendido una fogata y estaban en el refugio.
“Las aguas sepultaron los restos del cráter de Troyana en pocas horas. Los diversos pueblos al norte de Primagea, la primera ciudad, vivían casi aislados pero bien comunicados entre sí. Al ceder las tierras del norte e inundar lo que luego sería el mar Central las buenas comunicaciones se perdieron. Más aún los pueblos, que se vieron arrasados por el enorme caudal del Océano Superior. Los dirigentes de Las Partidas jamás enviaron ayuda y los supervivientes a duras penas pudieron alcanzar alguna ciudad habitable”
- Los supervivientes de Kilio – recordó en voz alta Cassandra
- Aquellos fueron unos pocos que llegaron a la isla de Kilio tras que la gran ciudad de Parábola y Nadessco se viniera abajo por un derrumbamiento.
“Sólo se contaron 12 escasos supervivientes. 5 hombres, 6 mujeres y un niño que relataron e intentaron convencer que había más si se iniciaran batidas en lo que se habían convertido la tierras del Norte. Las Islas centrales”
- Los ancianos… -murmuró Salvador
Eloise le observó con gran interés
- Son aquellos que fueron abandonados a su suerte tras Troyana. Su lucha por sobrevivir les ha convertido en… ¿Fantasmas?
Y, de la nada, un espectro con aspecto de atormentado y con un hálito azul sinistro apareció detrás de Salvador. Todos, menos él, gritaron de terror.
- Qué joven más sagaz… - dijo pausadamente el fantasma azul
Cuando Salvador se giro, no se sorprendió. Había visto a otro especto parecido en Agreste.
- Y además no se sorprende con mi presencia… Si duda ya ha conocido a alguien como nosotros. Dime, muchacho ¿Cómo te llamas?
- Salvador. Salvador Aimier
- Ah… No vemos a un Aimier Directo desde hace 700 años. Aunque tampoco es que esperamos nada de ellos…
- ¿Por qué dice eso? – preguntó el Aimier
- Por nuestros ideales. No nos moveremos de estas tierras.
- Parece que os entiendo…
- ¿Qué? – preguntó Alcoida con un hilo de voz.
Todos los demás estaban refugiados tras una gran roca a unos metros de Salvador, el fantasma azul y Eloise que les miraba con resignación. Volvió su cabeza al espectro y comenzó a hablar.
- Nuestros antepasados jamás quisieron ayudarles por temor de que perdieran más vidas que se salvaran. Además quisieron saber quienes fueron los causantes del daño recibido antes que auxiliar a los demás. Si los afectados hubieran contado con la ayuda de los Aimier, quizás hubieran sabido salvarles sin acarrear otras vidas…
- Eloise, ya hablamos de eso hace tiempo…
- No, Jericó – espetó Eloise con una expresión férrea – No descansaré hasta que el gobierno de Balcania no se arrepienta de haberos dejado a vuestra suerte.
- ¿Nuestras enseñazas no te han ayudado en nada? ¿No ves que nuestra decisión esta tomada aunque se arrepientan unos descendientes inocentes de los hechos de sus antepasados? ¿Nunca les perdonaras?
- Jamás… Ellos… Ellos me arrebataron a mi familia – chilló Eloise - ¡A mí única familia! ¡Nunca les perdonare!
- Veo que sigues confundida…
- ¿Cómo dices? – gritó, indignada, Eloise a Salvador
- El gobierno de Balcania no tiene la menor culpa de que tu familia fuera asesinada
- … ¿Qué?
- Hablo que ahí, a al lado – dijo señalando a la roca de sus amigos- Tienes a dos personas que vieron como masacraron a su familia delante de sus ojos. Cassandra no es otra que Cassandra Deltario, sobrina de la difunta líder Beatriz Deltario.
- ¿Los Deltario? ¿Ellos no eran…?
- Sí – respondió Alcoida, levantándose – Eran los representantes de los Aimier en Balcania. Como tú ahora lo eres como miembro de la familia Niala…
Eloise estaba en estado de shock.
- Mi familia acudió a los Deltario para asegurar una vía de escape segura ha Nhtrolo. Pasó algo en pleno viaje y descendimos. Afortunadamente, el avión amerizó sin problemas.
- Espera – interrumpió Roberto – Si hallaron restos del avión ¿Cómo es que salio indemne del amerizaje? ¿Que nos oculta ODISEUM?
- La segunda parte, idiota… - le dijo Eloise, muy enfadada por la interrupción
- Como decía, amerizamos sin más problemas. Pero como se levantó más tiempo y el oleaje era bravo me escurrí y caí al agua. Tenía unos 3 años cuando sucedió todo aquello pero lo recuerdo como si fuera ayer. Vi como un barco se encargaba de destruir por completo el avión disparándole varios torpedos…
Las lágrimas resbalan por sus mejillas rápidamente. Había recordado la desgracia de perder a sus padres desde muy temprana edad. Desde que llegara a Kulio, se fortaleció y sobrevivió por la caza y luego se encontró a los ancianos por casualidad.
- Han pasado 16 años de eso pero aún me siguen relumbrando las explosiones en mi cabeza.
- Ahora todo encaja… - dijo Fran. Tenía una sonrisa en la cara
“¿De que se habrá dado cuenta ese pervertido?” Pensó Eloise, temerosa.
- ¿No te acuerdas de mi? Soy el muchacho de Montepez ¡Yo te recuerdo!
Keitaro14 de septiembre de 2009
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