Querido Jhon, Seís meses después, tu ausencia se hace cada vez más eterna.
Perdóname, no lo puedo evitar, es una necesidad que corre por mis venas, como una daga que invade mí corazón, un sentimiento estremecedor cuando me giro... y sólo percibo el vacío que ocupa el lado tuyo de la cama.
Fue ayer, cuando te vi partir hacia lo desconocido; camino que te alejaba de mí durante no se cuanto tiempo.
La ausencia de tus besos y miradas, abrazos y caricias hacen mella en mí. El tiempo no todo lo cura,esta herida sólo sanará con tu regreso.
Tardarás en volver o tal vez nunca lo hagas, pero a mí, aquí, siempre me tendrás.
