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Respuesta a la Pregunta Del Siglo

Muchos han querido responder la intriga mayor de la última década y han fracasado en el intento.
Así es, no es la fórmula de la Coca-Cola, ni la de la salsa de Mc'Donalds. Tampoco, querido lector, es el paradero de los millones de dólares del blindaje financiero.
La gran pregunta es: ¿Por qué hay monedas de 5 centavos y de 25 centavos de dos colores diferentes?
He aquí la respuesta. Creer o reventar.
En el materialista mundo de las monedas, hubo una rebelión durante la convertibilidad, cuando eran todas doradas. Cansadas de que las confundan con monedas de 10 centavos, algunas de 5 hicieron un Concilio, conocido como el concilio más barato del mundo (se financió con monedas de 5 centavos).
Una moneda del año 1994 tomó la palabra:
- Hermanas, nos reunimos hoy aquí para definir nuestra identidad. Es necesario que hagamos algo, los ancianos y las personas distraídas nos confunden con monedas de 10, esto se presta a la confusión y al desprecio de quien se da cuenta que en lugar de tres monedas de 10 le dan de vuelto dos de 10 y una de nosotras. Escucho propuestas.
- Yo quisiera- dijo una acuñada en 1992-, por la antigüedad que tengo en la profesión, que nos jubilemos definitivamente. Hace añares que estoy en los bolsillos de toda la gente y necesito descansar. No estoy para que me manoseen.
- ¡Eso! Ya veremos qué hacen sin nosotros- dijo una de 1995.
- Esperen hermanas- dijo la de 1994.- La solución no es hacernos a un lado. Piensen en las compañías telefónicas. Somos importantes para ellas. Cuando alguien llama con una moneda de 25, la llamada en realidad cuesta 20, así que el margen de corrupción del vuelto no entregado es de 5 centavos, o sea el 25%.
- La gente nos aprecia poco- dijo una quisquillosa de 1993.- Piensen que si alguien tiene que llamar no se pone a pensar si caeremos o no como vuelto. A veces se caen monedas de los bolsillos, y la gente recoge las de 1$ o las de 50 centavos, pero cuando nos ven a nosotras nos desprecian. Ni se agachan para levantarnos.
- Ah, eso sí, las de 1$ las recogen. ¡Malditas pendencieras! Se creen tan galantes porque son de dos colores. ¿Y las de 50? Nunca les crean nada, son todas falsas.
- ¡Un momento, llegó un fax de las monedas de 25! Dicen que se pliegan a lo que nosotros decidamos.
- Por eso, llamo a la huelga. Exiliémonos de los bolsillos, de las máquinas expendedoras, de las de los colectivos.
- ¡No podemos tolerar que nos cambien por chicles!
La convención llegó a tal extremo de fastidio por parte de los presentes, que hubo golpes y sillazos entre posiciones divergentes. Pero al final todas decidieron desaparecer.
Esa noche, el 22 de junio de 1996, se llamó “la noche de los ríos dorados”, ya que las monedas de 5 y las de 25 formaban ríos en las calles al huir en tropel.
Así se acabaron los años dorados para ellas.
Al otro día el país entero amaneció sin monedas de 5 ni 25 centavos. Es así como la tranquilidad se tornó en caos, el caos en desesperación, la desesperación en pánico y el pánico en terror. El terror no se convirtió en nada.
Entonces, esos días los colectivos no daban cambio justo y sus máquinas se colgaban; los artistas callejeros, las iglesias, los mozos y toda gente que recibe propina (o sea, monedas de 5 centavos) se quedó sin sustento; los teléfonos recibían sólo monedas de 10 lo que causó graves pérdidas a las empresas concesionarias. Pero también esos días los chicles se daban por doquier, los odontólogos estaban a full con casos de caries por este motivo, los médicos recibían cada vez más consultas por casos de úlceras.
Pero, ¿adónde habían ido?
Se decidió que el exilio voluntario debía realizarse donde estaban las monedas de 1 centavo, las que lo sufrían desde hacía años.
La sede principal estaba en Mc’Donalds, y las sucursales en Walmart e Easy, o sea las multinacionales.
La jefa de las de 5 (José de Fivecents) habló con su par de las de 1.
- ¿Vieron? Ahora saben a qué se arriesgan por despreciarnos. Pero la lucha continúa y no pararemos hasta que gobernemos nosotras.
La moneda de 1 la tomó del hombro y le dijo:
- No te ambiciones con el poder. Ya han reflexionado y es hora de volver. Más tiempo en estas condiciones harán de su lucha una farsa.
Fivecents creyó que las palabras de su par eran sabias.
Los popes de la Iglesia, de Telecom y Telefónica se reunieron con el presidente. No se podían sostener las pérdidas que estaban padeciendo. Entonces Menem decidió intervenir:
- É nesario que la población de nuestro querido paí yecupere el poder adquisitivo perdido en esta conjura demoníaca. É por esto que decidí yeacuñar la monedas de cinco y veinticinco centavos que han desaparecido- dijo en una transmisión en cadena.
Un apuntador le dictó que no había material para hacerlas doradas, por lo que Menem, con su sagacia y astucia política concluyó:
- Y é más: para afianzar la convertibilidad, serán platiadas como las de iú és éi.
A la semana siguiente millones de monedas nuevas circulaban en todo el territorio argentino. Fivecents vio que la lucha ya era inútil y debía hacer retornar a su pueblo.
Las monedas de 5 volvieron y la mayoría de las de 25 no, prefirieron seguir en la clandestinidad. Pero la población otra vez se alarmó. Hubo peleas raciales entre monedas de plateadas y doradas, y la plata sobrante en la calle generó inflación. Entonces otra vez volvió el héroe de la Argentina.
- Ió les aseguro que no permitiré que la convertibilidad caiga por el maior circulante en la yepública ni haia inflación. Por eso, le he pedido al gobierno amigo del Bill Clinton para que nos dé un préstamo de cinco mil miiones de dólares y aceptar las monedas de 5 doradas. Así nuestro pueblo continuará en unión y libertá.
Así es como las monedas tienen dos colores. Y por esto, cada 22 de junio es recordado en el Universo de la monedas como “el día que luchamos por la libertad” y tienen a José de Fivecents como su mártir y héroe principal. Éste desapareció trágicamente cuando fue tragado por un niño y luego expulsado a un inodoro. Sus restos descansan en algún lugar de las cloacas de Buenos Aires.
Khas08 de octubre de 2008

1 Comentarios

  • Leonora

    Khas un texto divertido,me gusto mucho.un abrazo.

    08/10/08 11:10

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