He viajado en trenes vacíos, donde el huésped era el silencio y he conocido a seres desconocidos, que andaban arrastrando sus miserias, por avenidas que solo vivían en su imaginación errática.
He visto cielos y me he preguntado si percibimos los colores tal cuales son, ya que pienso que no todo es existente la fantasía y el error deterioran parte de esa realidad nuestra
¿Quién gobierna a los gobernantes?
¿Qué nos maneja constantemente?
Somos esclavos ignorantes, y tercos conformistas, sumisos y cobardes ¿Qué nos esconden, hacia dónde nos facturan? No buscamos razones ni verdades nos dan falsos profetas, para creer y seguir caminando, con mentes plenas de lagunas no hemos visto a ningún Dios, más han creado miles, a los que fanatizamos. Colmamos de bienes, enriqueciendo a los portadores de su palabra Divina. Seguimos en tierra colonizada, pasando inadvertidos y de puntillas no sea que despertemos a los señores importantes una reverencia amigo, saluda a su Majestad doña grandeza. Tapa los oídos, cierra los ojos y calla la boca, tú eres nadie y no tienes derechos Reales.
He sentido repugnancia en las entrañas, al beber los licores de la infamia, de una engañada sociedad y he vomitado calles de muertes desnudas, entes paseando cruces, y almas agonizando, entre los excelsos excrementos de la opulencia.
He ayunado con los hambrientos y he habitado con los sintecho cada día muero con los vivos de la necrópolis.
-Julio 2009-