Sentada en aquella barra buscaba que él olvidara su existencia. Cogió una copa de vino en la mano y sus ojos comenzaron a brillar bajo las tenues luces del bar. La que había sido su vida hasta ahora se ahogaba en cada trago de aquella uva oscura y fermentada. Por fin, una lágrima de felicidad limpiaba los restos de rímel desdichado en sus mejillas. Hacía tiempo que no se sentía tan libre, tan viva. Había logrado ser la mujer valiente con la que soñaba desde el primer golpe y aquellos tragos amargos tenían el sabor de su victoria personal.

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2 Comentarios

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  Mateo

  Tu victoria personal es tu mayor ttriunfo en tu lucha por tu libertad, nadie tiene dentro de si el poder y el derecho a hacerte día tras día daño camuflado en palabras de amor, ni maltratar esa palabra tan bonita que a ti también te pertenece, pero has despertado ya y con ese despertar también despertó tu interior, que tanto clamaba y suplicaba basta ya...y sólo tu has estado dispuesta hay a vivir tu dolor y por eso saboreando una copa de vino en cualquier lugar te mereces decir y saborear tu victoria del amor que sientes hacia ti y esa es tu mejor elección....contigo saboreo tu victoria leyendo tu texto...te mereces ser feliz...adelante empieza ya...un saludo muy cordial y gracias por tu texto ....

  10/12/13 12:12

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  Lachicadeparis

  Muchas gracias por tus palabras Mateo. Yo no he sufrido malos tratos pero participé en un concurso donde el microrrelato debía girar en torno a una copa de vino y quise hacer un texto de esperanza a las mujeres que han pasado por algo así y han conseguido hacerle frente
  Me alegro de que hayas sentido que lo había escrito una mujer con tanto valor porque para mi significa que he logrado transmitirte lo que pretendía.
  Gracias de nuevo.

  10/12/13 11:12