Fantasma de pálido rojo
siento tu abraso inexistente por mi calida boca .
Tus ojos parecen dolerse en el deseo de un aliento
y morirse en los abstracto de un beso .
Los túneles de hierro te distendían tanto como yo ,
te forjaban y aplastaban como un verso

Tu mano de cobre encendido era mi vos sobre mi grito
tras ella corrí , morí
naufrague en desiertos de oro incandescente
en los cuales los gatos se amaban como al viento

Los días corren como cartas vacías ,
como espejos de fuego blanco
silenciosos y esperando un minuto en lo eterno

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5 Comentarios

• 

  Shadow

  Un muy buen poema "los dìas corren como cartas vacìas": una sensaciòn que suele visitarme.

  29/03/08 04:03

• 

  Elalternador

  Me gusta cuando del poema de pronto brota una energia ancestral, que dispara las palabras como metales ardiendo, hirintes, y nos golpean las bocas, nos cocen el corazon con su aliento vaporoso.
  Me gusta tu poema, siento fuertemente la busqueda de la sensacion, con estos poemas el poeta recuerda que es grande, inalcansable en sus paralelismos demoniacos.

  29/03/08 05:03

• 

  Xana

  Corriste , moriste , ¿o muriste? Tengo ciertos problemas con ese verbo.
  Esto da ganas de saborear la sangre de un mordisco... , delicioso.

  29/03/08 10:03

• 

  Mejorana

  Suscribo plenamente los comentarios de mis amigos.
  Es un poema delicioso.
  Tu mano de cobre encendido, era mi voz sobre mi grito.
  genial

  30/03/08 10:03

• 

  Elalternador

  Amigo, ya eres un poeta

  02/04/08 06:04