Tengo Miedo.
Es infrecuente la seguridad que se deposita en un sentimiento con tan proterva reputación.
Después de tantos deslices e infortunios en los lares del amor, ante tanto caos y dolor.
¡Dime tú!
¿Es real y tangible este suceso?
Me aferro con ímpetu a lo que de ti recibo.
Y tengo miedo, para no quererte es tarde ya.
Pero se me hace inconcebible la serenidad de mis días sin tu presencia.
Causas daño en cada partida y aunque quizá el dolor sea efímero.
¡Cuán amarga es la espera!
Tan tuyos mis más recónditos deseos. ¡Y sí, tengo miedo!
Jamás tan endeble estuvo mi ser, jamás fui tan dueño de nada sintiendo que lo tengo todo.
! Todo de ti ¡
Todo de ti se desvanece, mientras mis manos intentan tomar tu silueta que se pierde en las tinieblas de la incertidumbre
Como quisiera odiarte, lo intento muchas de esas noches en las que me pagas con frio el poco calor que logro dar.
Aun así soy tan tuyo y si ya nada valgo, por lo que más quieras, déjame volar lo más alto que se pueda, haya en donde sin piedad te cercenaron las alas.
Y aun un poco más alto si te es posible y allí corta mis alas.
Eres tú la inescrupulosa, sin miedo a nada, vamos solo hazlo y asegúrate que mí caída sea mortal.
Solo hazlo, tan tuyo soy que de seguro me llevaras a donde quieras que vayas.
Tan tuyo soy que de seguro para cuando haya partido, tú me estarás queriendo.
Queriéndome como te quise o incluso un poco más.
Y odiándome como nunca te odie.
