Cerrados ojos,
abiertas trémulas ventanas,
brisas que hieren paredes
como cristos a destiempo.
Nuestras voces de lejanos ecos
tapian los oscuros espacios,
la soledad misma pretende ser un grit...
Ecos en esta noche de lluvia
ecos de lejanas pisadas,
huellas,
olas de burbujas con tu nombre adentro,
castillos de suspiros,
ríos de palabras que circundan
las paredes del silencio,
acantilado...
Duermen mis labios
en extrañas invocaciones azules
nostalgias que invaden estos silencios
tuyos
míos
por doquier en esta noche obsidiana.
Una pluma de jade escribe tu voz
sobre mis párpados ...
Reinvento en el universo de tinta
donde solamente te vea pasar
así de simple
como cuando llueve de repente.
Desempolvo los mismos vocablos
centro de ojos geométricos
que inquieren como decirte...
Desnudo de recuerdos
herido pudor
en la irreducible desesperanza
mis manos lloran paredes
cada poro
asalta la duda
gritan espacios sordos.
Desnudo de noches fértiles
revivo la pantomima del ...
Una nube retorcida de mosaicos
abreva la esperanza de pasos
de ecos sigilosos
de una silueta encaramada en la sombra.
Mi cuerpo es un gato al acecho
entretenido con cualquier ruido
con visione...
Cito la hojarasca aquella,
la que matiza de otoños las madreperlas,
la que recorre las calles vestida de perros,
de vagabundos,
de niños de la calle
con miradas de cuentas de vidrios.
Cito la ...
Tu boca me persigue
por manzanas de huertos fugaces
un murmullo circunda nuestros oídos
elipses de serpientes
trastocan las diagonales sedientas de nuestros vientres
estos epicentros de temb...
Me inventaré un dios
que bendiga mis armas,
que sea la razón de ansiadas fronteras,
de sedientas fornicaciones libres,
en el aneurisma de la palabra.
Me inventaré un dios
que escriba mi destin...
Tu me llueves
como noches desgranadas
en recuerdos de guitarras,
de pausas silentes
suspendidas e inciertas,
en tormentos fantasmas
de transpiraciones distantes,
sembradas en mi piel sedienta.
...
Arroparé mis manos bajo la lluvia
con húmedas arcillas
en la orilla de mi pensamiento,
trazaré tu rostro desconocido
donde sabré lo único que se de ti,
tu nombre y tu palabra,
el rebelde y sinu...
Hay una roca en mi pecho,
en la orilla de mis laberintos
pernocto en silentes de cristal
y palabras desamparadas
acuden al vaivén de mis manos,
prisioneras y atadas al bastión de la soledad.
M...