Nacida de independencia
tus ojos no vinieron de rosas,
sino de laureles.
Tu libertad se escondía
al cruzar un charco
lejos de tu luna amada.
A ella regresarías,
en cadenas rotas
pero laz...
Las palabras me pesan como agua en la ropa de un río en el que caí hace meses. Trato de sacarlas,
escurrirlas de los trapos que me envuelven, pero parecen haberse aferrado a mi piel. Parecen
asustadas...