Me pillas con el corazón empapado,
para serte franca.
Sécamelo,
pero sin pasarte.
Bésame,
pero sin tocarme.
Y luego ya...
Podemos negociar el resto.
Sal corriendo,
pero antes déjame un...
En el exilio de su escalera me dí de bruces con tu cicatriz. No me saludó. Ni yo a ella, todo hay
que decirlo. Pero nos miramos. Como se mira a alguien que conociste y te importó. Y no ha dejado de
ha...
De los imperecederos bucles de otro tiempo, de esos de los que surgían aquellas ideas oscuras,
intensas, fuertes. Certeras.
De las sonrisas que se alargaban, se estiraban en público, encadenándose la...
Quiero que me señales un punto en el calendario
Y otro en el mapa que guardabas en tu bolsillo
de aquel pantalón vaquero rasgado.
En ese, no en otro
Que sabes que si no
me pierdo.
Y ese día, ...
Las yemas de sus dedos trazaban el camino a seguir. Camino que terminaba en otro y así
sucesivamente, enredándoseles en el pelo. Los cruces de miradas en los pasos de peatón, sin
semáforos, eran respo...
No de tiempo.
Al diccionario que él le regaló le faltaban palabras para describir ese instante.
A ella le sobraban razones para no decir ni una palabra.
A él le faltaban días para irse. A su m...
La mano no estaba en el agua, estaba bajo la arena pero no se veía con esa capa translúcida de agua,
de sal, arena, de algas y de luz del sol que chocaba y rebotaba directa a los ojos de los curiosos
...
No me digas que no te acuerdas de aquella vez, cuando se nos terminaron los rollos de papel escritos
y reescritos por anverso y reverso, y la tinta amenazaba con comenzar a escasear.
Aquello, que p...
Si nadas lejos, perderás de vista la arena y cuando no la puedas pisar lo más seguro es que, llegará
un momento, en que la necesites...
Lo cierto es que no recordaba esas palabras que escuchó por p...
Nada que apuntar. La libreta en blanco.
Las manos vacías, ideas perdidas
Debajo de la cama no hay nada
Tampoco encima, salvo un lío de sábanas y cuentos esparcidos
por la almohada
afónica de ta...
Saltar desde aquel avión en movimiento no era una elección. La decisión estaba tomada. El viento le
batía las ideas contra los cristales de sus gafas ausentes. La anilla le pesaba en el bolsillo de
la...
Entre las vías sólo pudo escuchar el rudo estremecer del que, a su lado, rugía como un león herido.
Su eco le ensordecía lento. La sangre le enrarecía las ideas, le emborrachaba, le manchaba el
pecho....
... Sí, tú. Imprudente y atrevido.
Si te empeñas en desabrocharme los botones de mi inconstancia, no te prometo nada.
Si me olvidas por las mañanas, me duele la muñeca de notar tanto tictac, sin tu ...
Ya pensaré qué hacer después. De momento...
Me dejaré desenredar las pestañas anonadadas, adosadas de serie. Me dejaré hacer por mis sábanas.
Esta noche no se lo pondré nada difícil. Comentaré el a...
No me digas que no sabes
Dime que lo sabremos
No me saltes, ni me tientes.
Que me encuentras.
No me cuentes un cuento con final.
Déjamelo abierto.
No me tiembles, ni me rompas
más
los es...
La tristeza de mi vaso vacío altera tu entereza. Amenaza tu grandeza y, sin embargo, esmera mi
rabiosa manía de morderle los bordes. Me cuesta continuar con mi torre de piezas de dominó porque ya
he t...