TusTextos

El Día En que Me Olvidé

Si pudiera ver una gota de vos,
un retazo liviano como una gaza,
como la garua que se precipita afuera de la casa.
Ahora que siento la manos invisibles
ahorcándome,
sacándome el ultimo aliento,
la ultima gota de sangre
de este cuerpo parvo.
Son como mil boas constrictoras
sobre mi cuello,
presionando
quitándome la vida
infecunda que llevo.
Solo tengo dos recuerdo tuyos:
uno bello y alto:
llevándome de la mano por el patio de casa,
yo soy pequeño y me siento seguro y feliz.
El otro triste y nauseabundo,
vos tendida en esa cama que ensayamos como hospital
esperando la muerte,
sin una gota de aliento como para decirme que me querías.
Tus piernas tienen el grosor de un alfiler,
y tus brazos poco mas,
tu cara está muerta,
yo quiero resucitarte y no puedo.
Los únicos dos recuerdos que tengo de vos,
son eso,
el primero es mentira,
una jugada del mundo en contra mío;
el segundo real,
morbosamente real.
Esa tarde en que te rendiste,
me fui a la escuela con un amigo,
no podía decirle que ese mismo día ibas a morir,
caminé callado,
el me habló de cosas que no pude entender.
Después, a eso de las 5 de la tarde,
unos tíos me buscaron de la escuela y me llevaron
a verte morir,
antes de clausurar mi visión para siempre de vos.
No puedo sacarme ese recuerdo
que pincha como un alfiler en mi cabeza,
como esas piernas tuyas clavadas en mi sien.
Me gustaría estar contigo un segundo aunque mas no sea,
entender mi egoísmo, escuchar tus reproches,
tus gritos.
Pero vos no regresas nunca,
y yo me sigo hundiendo en este mar infinito que llevo adentro,
en este desierto inconmensurable y vasto.
No puedo elegir mas palabras,
te necesito madre y no estas,
ni como recuerdo,
ni como voz (la he olvidado por completo)
ni como nada.
Las manos no frenan,
no se cuanto mas podré resistir así.
Quizás deba darme por vencido,
claudicar ante las evidencias.
No reclamo un proceso,
ni una oposición,
ni un perdón,
ni la lastima.
Exijo otras cosas
que nadie puede darme,
exijo vida,
y solo escucho repique de tambores
anunciado mi derrota final.
Lucano12 de agosto de 2015

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