Acostumbrada a escribir desde el dolor, mis textos suelen reflejar la crueldad con la que un día el rompió mi corazón.
Un tanto mayor, el era mi fortaleza y mi más pura debilidad, mi cielo y el peor de mis infiernos. Con su huida jure no sentir,o por lo menos, no con tanta pasión nunca más.
El propietario de mis finitas risas, y el dueño de mis incontables días de llanto y soledad en los que amargos sollozos ahogaban mi inocencia.
Ahora esas lágrimas son un poco más dulces. Saben? Ya no estoy tan sola. Por fin siento el calor de otro sol..
No confiaba en ninguna sombra que no fuese la mía, e incluso era de la que más desconfiaba.
Pero llegaste, y una parte de ti me aseguró que íbamos a estar bien, y en ese primer abrazo lo supe, todo estaría bien.
Tal vez le falta estatura, y es un poco descuidado. Cuando bebe, puede que sea un poco testarudo y ni hablar de sus inmaduros caprichos, pero me cuida, y hasta creo que me quiere.
No se si exista el amor, pero tampoco creo en las casualidades.
El amanecer del domingo desnudó la verdad que deseaba ocultar. Ya no puedo fingir, rayos! me gusta, en realidad me gusta mucho y esta vez no creo poder dejar volar mis sentimientos hasta que se esfumen.
Mis escritos tienen tu nombre, es hora de que corras!
Pues, cuando una escritora te graba con su tinta
No piensa dejarte ir, y yo,
No pienso dejarte ir.
