Que venga aquí quien pueda explicarme
la teoría del todo y en la práctica, nada.
El mejor modo de superar, triunfantes,
las horas muertas que traerá el mañana.
Que acuda quien me haga entender
cuándo se hizo irrespirable el aire,
y por qué construir muros, si a la vez
separan a todos y apartan a nadie.
Fuimos titanes,
y nos intoxicaron
y vomitamos dioses que luego
nos destronaron.
Nos robaron la prosa, nos arrebataron
el mismo significado de la palabra dada.
Admito que no soy hombre sencillo
y no es cinismo ni humildad impostada.
Me gustan tanto los Ícaros caídos
como las revoluciones repensadas.
Los infiernos internos
y las sombras cansadas.
Soy amante del género fluido literario,
dichosa narrativa en carne y verso
apreciable en sinestesia y, en exceso,
un panfleto funesto e incendiario.
Me conformo con besaros, musas,
en habitaciones alquiladas...
No me importa llorar lluvia,
ni ver la realidad tras la ventana.
Acepté ser tramoyista de una farsa,
y toleré las medias lunas en cabeza ajena,
las inquisiciones vestidas de morado,
arrodillarme honrando la piel de mis hermanos,
ser lobo entre corderos con máscara de alimaña.
Y hoy, con la fuerza que me queda
me niego a ceder otro resquicio.
Que venga el sonido del trueno
que no me marcho de aquí;
le espero, sereno,
proa al horizonte.
Dispuesto a naufragar así:
eligiendo cómo y dónde.
Son las mejores batallas,
aquellas que sabes perdidas antes de empezar.
No peleando por tu victoria
sino
por tu verdad.
"Dichosa narrativa en carne y versos..." la tuya Luko, maravillosa poesía. "Con diez cañones de proa" dispuesto a batallar por lo que creo justo.
Un abrazo, cuídate.
