Me niego, santo del amor
a seguirte el juego.
A vestirme tu color.
A enamorarme sin riesgo.

Me niego, centros comerciales
a comprar lo que vendéis.
Trampas son vuestros cristales
cada dos por tres.

Me niego, duquesa
a quererte como me dicte la vida.
Cuando por no hacer caso
ni siquiera confío en la bebida.

Déjame ser parte de tu alma.
Permite que yo siegue tu cosecha.
Seré tu vampiro y tú mi estaca.
Seré tu naufrago en la brecha.

Me niego a ser poeta
si no tengo a quien dedicar mis versos.
Me niego a este sistema,
al mundo y al mismo universo.

Me niego delante de un espejo.
Me niego mis solos de violín.
Me niego mi trago de ron añejo,
y mis andares de arlequín.

Me niego este mismo poema.
Me niego a no actuar de comodín.
Me niego a ser o no ser el dilema.
Aventurero de la escuela de Tintín.

Me niego a ver las cosas como ellos las ven.
Me niego a quererte como tú no me quieres.
Y a ser pirata en tu barco cuando toca motín.

Me niego a creer en el Dios que todos creen.
Te acabaré amando, duquesa, por ser como eres.
Pero me niego, al día de San Valentín.

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos

2 Comentarios

• 

  Danae

  Es la otra cara de la moneda de este día.
  Tiene ingenio, desde luego.
  Un gran abrazo.

  14/02/12 11:02

• 

  Serge

  Déjame ser parte de tu alma.
  Permite que yo siegue tu cosecha.
  Seré tu vampiro y tú mi estaca.
  Seré tu naufrago en la brecha.
  
  Como dice danae hay mucho ingenio en este escrito.
  
  Un gusto.

  22/03/12 09:03