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Hospital

Tras la niebla ,
brillando tenuemente al fondo de un salón oscuro
como una señal débil , moribunda casi
extinguida en su propio sonido ,
oculta entre sus blancos cabellos sucios
en sus callejones helados como ataúdes de vidrio ;
en su inventario de sonidos metálicos
como pasos adormecidos
como distancia comprimida
y agujereada por un extraño polvo seco .

Situada allí madeja de cemento y venas rotas ,
cuerpo hecho laberinto de pestañas y serpientes ,
mi vista recae sobre tu piel en este viaje
y tu estancia sucia y olvidada
me recuerda cómo gimes en las horas de dolor ,
cómo tu panal devora su propia miel ,
en oídos sordos ,
en mecánicas oraciones de cantos ,
de fulgor , de incredulidad y de limbo repartidos .
Es como tu sudor , como tu grasa que sale ,
que se atiborra y muere sin ser callada .

No he olvidado tu tacto, no he olvidado tu eterno grito ;
en este viaje te veo y me detengo ,
casi empujado por tus propias manos,
por tu ejercito de uñas y costras
por tus basureros con muertos pudriéndose ,
por tus serenatas de agujas y tu olor a país extranjero .
Respiro y tu cola de erizada piel blanca entra en mis ojos ,
me rosa con sus labios de pieles muertas ,
con su voz llena de ecos ,
con su raspar entre dormido de esperas y sábanas ,
y fierros y prótesis que bailan en el sin sentido
de tus fauces olvidadas .

Recuerdo claramente tu sinuosidad inicua,
tus pasillos sin sentido ,
tu multitud de señales apretándose los hombros
unas contra otras ,
recuerdo la tierra cansada que muere en oscuras sonrisas ,
tierra esparcida ,
lejana sobre un piso que se lamenta sobre cada paso ,
que aúlla en cada gastada maquinaria quirúrgica que avanza .
Se queja , se queja , se queja ,
y es una lengua con erizados ojos que se cuelga los pasos
que rehúye la distancia y la vomita ,
como una pastilla de tiempos y lamentos ,
como faldas blancas
como esqueletos en transe .
como un invisible olor a desprecio ;
desprecio de su inmortalidad ,
de su rol expectante y encadenado .

Hay que estar sobre tu eje hipnótico
sobre tu vértebra corrompida ,
como un collar que cae pisos abajo ,
hiriendo y lamentando .
Hay que sólo adentrarse entre tus venas sucias
entre tu inconformidad de laberinto sin eco .
Por donde a veces calla las verdes manecillas de un reloj la muerte ,
por donde proscritas figuras infantiles muestran sus dientes
en las amarillas paredes .
no hay que gritar cuando las luces de las ambulancias
empiezan a brotar de los reflejos ,
cuando comienza la fiesta .
Cuando la tos agarra cada diente y lo esparce
para acabar con cualquier auxilio ,
a veces se está en soledad en ese instante
y no hay que gritar cuando la hora de la fiesta comienza
cuando entre los dinteles pasan desnudos cuerpos rojos ,
ajenas plantaciones de carne y ojos .
Disparan y disparan las desenfrenadas luces de ambulancias ,
entre orgías de dolores y fierros golpeándose .
una tras otra, las almohadas y rosarios se suicidan contra los tristes ventanales ,
donde la muerte empaña el cristal de las lágrimas
y donde lo que está afuera pierde todo sentido real .

Es una estación imperecedera de llamas blancas ,
de faldas largas que se abren en baños sin espejos ,
entre tristes trajes verdes y mascarillas como dientes .
Donde se puebla un cuerpo sin extremidades definidas ,
borbotón de líquidos espesos .
Donde navegan ríos de siniestras máquinas heladas ,
de tijeras y bisturís que abren y desechan
la vestimenta común del alma .

No hay precisión para desnudar tu mandíbula de cemento ,
no hay fuerza en mis brazos para hurguetear en lo que has dejado olvidado
no puedo ir más allá de una intrusa huída escaleras abajo
semi inconsciente ,
semi dispuesto a volar por cualquier balcón que abra sus brazos .
No espero , ni me detengo , ni me marcho , ni sigo mi vuelo .
Por un momento estirado y forzado
mi mano entró en tu sexo salado y huesudo .
y las horas pasan anestesiadas para decir que no quiero tenerte cerca
para querer sacar tu olor de mi viaje ,
para cruzar este país ajeno .
Donde las medusas se reproducen
esparcidas sobre los focos y las luces gastadas .

lejos , lejos llevo mi tinta ,
y poco a poco me alejo de tu brillo y tu panal
entre la niebla … ,
como saliendo de un salón oscuro.
Maaafsmafas09 de marzo de 2009

6 Comentarios

  • Mejorana

    Grandioso poema Masmafas.
    Qu? bueno eres escribiendo.
    Me lo agrego.

    09/03/09 02:03

  • Maaafsmafas

    gracias mejorana . hace rato que no me dec?an que era bueno en algo jahhsjjja

    09/03/09 08:03

  • Voltereta

    Es este tal vez uno de los mejores, bueno tal vez no, es uno de los mejores poemas que he leido, no solo en esta p?gina si no tambien fuera.

    Tienes una gran calidad artistica, eso es totalmente evidente,este poema es de los que llegan hasta dentro, pero dentro del todo, por eso me lo guardo.

    Un saludo.

    09/03/09 10:03

  • Fernando690

    Bueno maaf, es un poema cargado bien cargado de sentimientos y lo ajeno suele ser de todos. As? que no se me lo voy a llevar a mis favoritos.

    Saludos!

    09/03/09 11:03

  • Danae

    Un poema que me ha quitado la respiraci?n, una aut?ntica joya. Me lo guardo en mis favoritos, como no pod?a ser menos. Un abrazo, Maaafsmafas!

    10/03/09 03:03

  • Palabrasdescuadradas

    Es tan pioola.
    Odio los hospitales (h)

    12/03/09 02:03

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