TusTextos

El Monólogo

Edgardo Solano era uruguayo pero estaba en Argentina desde niño, cuando sus padres tuvieron que exilarse voluntariamente por problemas políticos y económicos. Edgardo tenía entonces seis años y había vuelto a Uruguay una sola vez, por lo que de echo, era más argentino que Uruguayo, aunque para sus padres no. Edgardo tenía inclinaciones histriónicas y literarias; era un humorista ingenioso y con los años sus ídolos fueron Tato Bores primero y Enrique Pinti después, por lo que su ambición era desarrollar un monólogo pensado y escrito por él mismo, interpretándolo. Después de algunos intentos breves en modestos clubs de barrio, con muy buen éxito, la gran oportunidad de llegar masivamente al público, se presento con el Mundial de fútbol de Francia en 1998. La prensa había difundido irónicamente la pretensión de varios diputados argentinos de concurrir al Mundial, incorporando sus gastos de viaje y estadía a las dietas que perciben por su gestión en la Cámara. La cosa tenía en si misma un vuelo irónico que podía ser desopilante y Solano no dejó pasar la oportunidad que se le presentaba como anillo al dedo. Allí, gracias a la inestimable colaboración “gratuita”de los diputados, nació su gran monólogo:

-“Ya pasó el mundial de fútbol con los acontecimientos y resultados que son de todos conocidos. Además circula por el país desde hace un par de meses un libro titulado LA ERA DEL FÚTBOL cuyo autor, Juan José Sebrelli –con increíble alma de suicida- parece estar informadísimo de todo lo que tiene que ver con nuestro deporte nacional y se anima a decirlo…

-Pero hay algo que sucedió en este mundial (o por lo menos en este se supo) que no debe de quedar en el olvido. Y es que nuestros diputados no pudieron estar para aprender de las muchas cosas que podían haber aprendido, porque a pesar del esfuerzo supremo que ellos estaban dispuestos a hacer, sacrificando esos días en aprendizajes y estudios profundos, sociales y organizativos, ¡SE LES NEGÓ LA RENUMERACION DE LOS GASTOS Y LAS DIETAS!...Insólito en un país que pretende ser del primer mundo, pero así fue, para nuestra vergüenza… No quiero que esta desconsideración a su sacrificado propósito se olvide… ¡Y no estaban!… No solamente para alentar a nuestros muchachos con su sonora y convincente voz, acostumbrada a los gritos estentóreos de la Cámara; no estaban para almorzar en los grandes restaurantes y aprender de la famosa cocina francesa; no estaban para alojarse en los suntuosos hoteles internacionales y copiar su sistema ultra moderno de organización; no estaban para gustar el champagne Dom Pérignon (que ya están acostumbrados a tomar aquí pero que puede ser muy distinto en su lugar de origen, y esto sería una manera de saber si nos meten el perro en algo de tan importante significado social)… No estaban para analizar si en las bestiales peleas entre los hoolingans y los tunecinos incivilizados, los métodos de persuasión de la policía francesa son superiores a los nuestros, y no estaban para palpar de cerca el negocio de la reventa de entradas que llegaron a los 1000 dólares {como se les caerá la baba a nuestros humildes y modestos revendedores de un River-Boca) y aprender el asunto …Y no faltarán algunos despechados y envidiosos de siempre, que pensarán que lo que en realidad tratarían de aprender seria la forma de poder hacer algo así entre nosotros…, pero esos son los opositores y desestabilizadores de siempre, resentidos por la feroz envidia y su propia incapacidad… ¿ Y todo esto porqué ? ¿ Ésta lamentable ausencia de nuestros diputados, que nos traería una invalorable enseñanza, por qué ? ¡Por que no hay presupuesto! Por que una nación que pretende estar a la cabeza del mundo civilizado, no tiene presupuesto para que nuestros diputados viajen por el mundo a aprender y sacar conclusiones que son fundamentales para nuestra evolución futura…Por que todo ese presupuesto que surge de la amable y muy moderada recaudación de impuestos, se lo llevan los jubilados; va para los desocupados -que tiene la desfachatez de comer como si estuvieran trabajando- va para sostener y cuidar a los presos y para tantas instituciones de las llamadas de bien público ( lo queda después de el reparto, lógico) que en realidad son todas las que no nos permiten evolucionar como debiéramos, y de las que aquí haremos un estudio que nos permita dar el gran salto…Y no empiecen aquí con el cuento del FONDO MONETARIO INTERNACIONAL, por que esa es una vinculación afectiva y entrañable, que nos protege de nuestros despilfarros, y que logramos gracias a los esfuerzos infinitos de nuestros políticos más prominentes. No olvidemos que muchos de los logros para conseguir este modelo de país ( que cuando se apliquen las sabias medidas que aquí se proponen será perfecto) se deben a esta institución generosa y magnánima, con la que seguramente tendremos una relación entrañable para toda la vida…

-Y hablando de modelo de país: en estos días escuché en distintos canales de televisión a NUESTRO (permítanme decir NUESTRO con mayúscula) periodista, analista, entrevistador , filosofo de elite y comunicador social numero uno, Don Bernardo Neustard, decir cosas tan importantes como esta:”Yo he luchado por conseguir este modelo de país, que al fin se logró, pero no estoy seguro si se podrá sostener con un cambio de rumbo político” (afortunadamente Menem nos preside con su gobierno ejemplar). A la vez que hace notar la gran escuela de alto periodismo que él fundó y que lleva implícitamente, aunque sin llevarlo, su nombre. Yo pensé, después de escuchar estos comentarios, que más que tener una escuela con su nombre; a su labor como analista profundo, formador de las más altas y sabias opiniones de traje y corbata gris; comunicador social de nuestras clases sociales más cultas y generosas, debería otorgársele el título de PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACION HONORIS CAUSA…

-Perdón por el paréntesis y sigamos con las grandes soluciones (que es nuestra única intención) y el ejemplo más elevado nos lo da nuestro Excelentísimo Presidente Menem viajando por el mundo permanentemente en su modernísimo avión presidencial y un séquito de treinta o cuarenta personas en busca de grandes inversiones internacionales, sin importarle lo más mínimo los problemas del presupuesto… Y no me vengan los envidiosos y resentidos de siempre (que no fueron invitados a viajar) con el cuento de que lleva el peluquero, el sastre, el pedicuro, etc, etc… ¿Alguna vez vieron un Presidente más elegante, cuidada y artísticamente peinado y con más airoso andar? ¿Lo vieron alguna vez con el mismo traje y la misma corbata exquisitamente elegida al tono? ¿Cómo podría mostrarse así, tan gallardamente elegante, de no llevar los importantes asesores haciendo juego que lleva? ¿Preferirían los envidiosos la austeridad y honradez maniática de un hombre tan absurdamente íntegro y totalmente carente de elegancia internacional, como el Dr. Illia ?¿Cuándo van ustedes. a evolucionar? ¿No se sienten orgullosos de que un Presidente de tan fina y cuidada apariencia sea a la vez el campeón mundial de la lucha contra el narco-tráfico, y de los derechos electorales de los pobres cubanos? ¿Vieron la diferencia entre la apariencia campesina y vulgar de Fidel Castro y la fina elegancia de nuestro Presidente cuando le daba lecciones de democracia, que el otro bestia, empeñado en tener la mejor educación y medicina social del planeta, no escuchó? ¿Vieron con cuanta armonía estiraba los músculos (sin que apenas se notara el gigantesco esfuerzo ) para compensar la diferencia de estatura? Y ahora: ¿que me dicen de esos mismos esfuerzos –totalmente desapercibidos- ante el deforme presidente francés? Y todo esto a cambio de las grandes inversiones galas (que ya traerá en el avión) y de estar allí para alentar sicológicamente a nuestros muchachos? ¿Qué me dicen, eh? ¿Qué me dicen?, ¿Quieren que les diga una cosa? A nuestro Presidente solo le falta jugar al polo –si es que ya no lo hace- para ser un matador entre las mujeres como Porfirio Ruborosa y el más chic de todos los presidentes, lejos… ¿Y que imagen da algo así por el mundo que él continuamente se sacrifica en visitar? ¡Pues de abundancia, elegancia, distinción y bienestar! ¿Y que otra imagen hay que dar que no sea esa? Se dan cuenta los eternos “opositores”de siempre como el resentimiento y la envidia los ciega y no saben ver, ni valorar…
-Y ustedes dirán: ¿Quiénes son los opositores? Pues los opositores y envidiosos de siempre son los otros… Siempre son los otros y esa es una Ley universal…Es como entre la gente común los malos… ¿quiénes son los malos? pues los malos son siempre los otros… ¿Quién no sabe eso?

-Tomen ustedes en cuenta que en Argentina la gente es muy desconfiada y mal pensada; esas cosas vienen de atrás… Fíjense en el inocente y transparente “caso Yabran” y todas las personas mal intencionadas que aún lo supone mirando divertido su propio entierro en algún lugar del paraíso financiero de las Islas Caimán, San Marino, Montecarlo o Suiza…( Suiza no porque Bussi le debe haber alertado de que loa suizos se están corrompiendo). ¿Quién convence a los argentinos, desconfiados como son, de que esto no es así? Ni el monólogo fantástico del Sr. Mouriño ante la televisión…¡Que actuación! ¡Y como la televisión argentina le da manija y espacio a estos imitadores de Alfredo Alcón! ¿Se lo imaginan haciendo el papel de Kovaski en “Un tranvía llamado deseo?”…Pobre Marlon Brando, se hubiera tenido que meter debajo de la cama… Y la probada erudición y honestidad de la Jueza entrerriana (provincia en la que se probó que Yabrán era un ciudadano del montón sin conexión alguna de ningún tipo, casi como un peoncito de campo…) haciendo alarde de sus conocimientos del Quijote con la frase:”ladran Sancho, señal que cabalgamos…” ¡Dadas las dudas y desconfianzas surgidas después de esa descolgada frase, y el tono y abundancia de los ladridos argentinos, ahora, más que cabalgar, ella y Sancho seguro vuelan al galope tendido!...

-Es que nuestro pueblo, este pueblo al que tanto aman y valoran nuestros políticos, sobre todo en tiempo de elecciones (lo que es muy sabio y natural) no valora debidamente a los personajes que lo distinguen… Fíjense en este caso: ¿Han visto Uds. la facha de los llamados criminales de la última guerra mundial extraditados? Compárenlos con la pinta de galán de nuestro Astiz, que ahora (por envidia) pretenden juzgar franceses y suecos. Vamos que esa envidia les debe de salir por las orejas… ¿Por qué no valoramos estas cosas que nos dan prestigio, como debiéramos? Sinceramente, compadezco a nuestro diputados que deben legislar sabiamente para corregir tanto descreimiento… ¿Quieren otra muestra de suspicacia enfermiza? ¿Saben como le dicen al Gral. Videla (héroe del Mundial 78): “campaña contra el sida” porque Menem lo usó de preservativo… Decirle esto… ¡a un héroe nacional recibido por el Papal!

-Pero sigamos con nuestra propuesta y aspiración: Si los problemas son siempre de insuficiencia presupuestaria, como lo fue lo que impidió viajar a nuestros diputados, para un esfuerzo que hubiera sido tan fundamental para nuestra cultura ciudadana, eliminemos los gastos inútiles que consumen nuestros impuestos sin brindarnos un solo beneficio: LOS JUBILADOS, LOS DESOCUPADOS, LOS PRESOS COMUNES ( los políticos y distinguidos con grandes estafas no, porque alguno hay que tener para no despertar suspicacias) LAS VILLAS MISERIAS y muchas de esas instituciones, mal llamadas de bien público, que frenan nuestro progreso… ¿Cómo?...Profundicemos el tema…. Fíjense la lección que nos dan las naciones del primer mundo de cómo mantener el equilibrio ecológico social, ejemplo: la guerra de Eritrea y Etiopía… ¿Vieron a esos negritos, escuálidos de tan flacos, en viviendas miserables, pero con unas armas de guerra súper-modernas; tanques, aviones, bazookas… de todo lo mejor para matar (y otro tanto sucede en todos los países que están en guerras feroces) ¿De donde creen que sacan ese armamento? ¿Lo fabrican?...Vamos, si en muchos casos no tienen ni para armar un simple encendedor… Nada de eso, las naciones más adelantadas, cultural, social y materialmente, que si fabrican todo eso, y mucho mas, se lo facilitan con amplios y generosos créditos (a muy bajo interés) para que se eliminen rápidamente… Se imaginan, si no fuera así, dos de las naciones mas atrasadas del mundo como Eritrea y Etiopia, ¿cuanto tardarían en “limpiar” 100.000 o 500.000 compatriotas, incluidos ancianos, mujeres y niños?… ¿Cuanto tiempo les hubiera llevado con flechas, lanzas y hondas, que es lo único que podrían fabricar con lo poco que les queda (la materia prima que tenían se la llevaron esos países ricos para poder fabricar esas armas) ¿cómo los ayudaban si no?...Por eso las naciones adelantadas intervienen, les facilitan las armas para que se eliminen rápidamente y en unos pocos días la población ha disminuido lo suficiente para que el reparto sea entre menos y la cosa pueda arreglarse amigablemente… Y no olviden que nuestros amigos del Fondo Monetario Internacional intervienen y suelen ser los encargados posteriores de que estos créditos, ¡generosísimos!, se abonen correctamente, con lo que todo está perfectamente garantizado. En ocasiones el asunto les falla y la cosa se prolonga, con lo que hay que suministrar mas armas y dar más créditos. Pero es que en algunos casos hay mucha población, un exceso enorme de individuos que se comen lo que debiera pertenecer a unos pocos que, agradecidos, no faltarían a misa todos los domingos y serian buenos y felices. Además tomen en cuenta que el ser humano es muy ambicioso; que algunos gobiernos se exceden en la cuota de patriotismo (que hay que inculcar siempre). Bueno, esto del patriotismo viene a ser la parte exterior de la obra de teatro, que hay que armar para poder dejarse corromper después, alegremente, por Estados Unidos, por ejemplo (hay varios candidatos para eso) y vivir como un Rey… En Argentina, donde hay en estas cosas un gran caudal creativo, llaman a toda esa pantomima: “el verso”, para mostrar su entrañable lado poético…Pero hay casos extremos de población multiplicada en cifras enormes y patriotismo inculcado en exceso, y en circunstancias especiales así, como es el caso de la India y Pakistán, las naciones cultas ya vienen previendo desde hace tiempo la posibilidad de una guerra nuclear casera (con datos suministrados y apariencia de fabricación propia) que eliminaría en unos pocos segundos la cantidad de población excesiva, como para que todas las diferencias se arreglen amigable y armoniosamente… Algunos -siempre los mismos- dirán: ¿Pero como?..., ¿y esas asambleas severísimas en la Naciones Unidas, condenando las agresiones y en defensa de los derechos humanos? Bueno… esa es la parte del teatro (verso en Argentina) que siempre hay que ponerle a la cosa, y de la que los humanos somos fanáticos desde los tiempos de Sófocles y Esquilo; de Calderón y Shakespeare… No olviden que han sido los políticos, con sus grandes interpretaciones teatrales, quienes elevaron a los actores a su actual nivel social… Antes de que los políticos deslumbraran al auditorio con sus fábulas y milagrosos trucos dialécticos, los actores eran considerados de clase inferior, pero aprendieron y ¿quién los aguanta ahora? ¿Pregúntenle a Shakespeare si no es así? ¿Dudan? ¿Ustedes vieron alguna vez que en esas asambleas se pregunten los estirados políticos que viven de ese verso (el calificativo argentino de “verso” es tan poético que me hace llorar) de donde vienen las armas de los que se matan moderna y rápidamente y se condene al que las suministra? Ni siquiera como parte de la representación, porque eso podría irritar a algunos bolsillos de los presentes, y ustedes saben que no hay nada mas delicado y sensible que el bolsillo… ¿Pregúntenles a los sindicalistas si no es así? Además de que esa no es la finalidad de las reuniones. La finalidad real es mostrar los extraordinarios dotes histriónicos de los asambleístas para mantener la tradición, y lograr el máximo de efecto para que los problemas se solucionen, eliminando a la mayor cantidad de gente que obstaculiza el progreso, en el mínimo de tiempo. Algo para lo que la próxima y anunciada experiencia entre la India y Pakistán puede ser fundamental, y marcar una fecha de progreso histórico para la humanidad… Y no crean que fue fácil llegar a capitalizar todo este progreso ciudadano… ¿Qué diría Ghandi si supiera que tantos ayunos como él hizo son ahora totalmente innecesarios, porque todo puede arreglarse drásticamente en unos segundos? ¡No hay duda de que el mundo ha evolucionado, y mucho!

-Pues bien, voy derecho ya a las grandes soluciones que surgen de aquél famoso refrán: “a grandes males, grandes remedios”…
-Primero: LOS JUBILADOS… ¿Cuánto dinero se llevan los jubilados? Los de siempre dirán que antes lo aportaron… ¿Y eso qué? Eso fue antes… ¿Cuándo van ustedes a evolucionar? Siempre volviendo al pasado… ¡Hablemos de ahora! Ahora es lo único que cuenta… ¿Y cuanto comen? ¿Cuanto hay que gastar en ellos con medicamentos (hasta tiene descuentos especiales) hospitales, médicos? Y después de haberse llevado un montón de “guita”, el entierro, con todos los gastos que trae… ELIMINEMOS ESTO… ¿Cómo? Nada de esa bestialidad aberrante como la de los nazis con los hornos crematorios; o las tumbas masivas repugnantes aparecidas en Serbia, o los miles de cadáveres diseminados por los caminos de Ruanda y Burundi… Y no hablemos de las monstruosidades no tan lejanas en Vietnam o Afganistán… Nada de eso…. Mostremos nuestra cultura social y el invento de nuestros militares del proceso… Un paseo amable en helicóptero, como quien va de vacaciones, por el Río de la Plata… ¿Hay algo más aséptico, más evolutivo; mas en concordancia con la globalización de nuestro tiempo y más barato? En una operación coordinada con la “mano de obra desocupada” que ya tiene experiencia en esto (de paso le damos ocupación definitiva porque ahora solo hacen “changas”) en un par de semanas habríamos terminado con la carga pasiva del país, o de un noventa por ciento, porque algunos (los más importantes) hay que dejarlos para que no se diga que carecemos de jubilación… ¿De cuanto dinero podría disponer, a partir de ese momento, el Gobierno, para los muchos e importantísimos proyectos dormidos en el Congreso por falta de presupuesto? ¿Díganmelo?

-Segundo: LOS DESOCUPADOS… ¿Qué me dicen de los desocupados? ¿Ustedes saben que los desocupados tienen la desfachatez de comer igual, y con el mismo apetito, que si estuvieran trabajando? (Cuando consiguen comida claro). ¿Qué tienen el descaro de enfermarse y sienten el frío y el calor como los que trabajan? ¡Y todavía pretenden cobrar un seguro de desempleo para estar en la casa tomando mate!... ¿ Los imaginan en el mundial de fútbol, sentados todo el día delante del televisor (algunos tienen) mientras nuestros diputados se matan pensando en proyectos y proyectos, que no prosperan porque esos tipos se comen la guita que hace falta para que ellos puedan viajar y mejorarnos a todos con lo que aprenden? ¿Los imaginan?...ELIMINÉMOSLOS… ¿Cómo? Mediante el método de Massera-Videla, simple, moderno, económico…

-Tercero: LAS VILLAS MISERIAS. ¿Se dan cuenta de la mala imagen que nos dan ante el mundo las Villas Miserias? ¿Se dan cuenta que a muy pocas cuadras de la Casa Rosada, sede del Presidente que posiblemente sea el más elegante del mundo, hay Villas Miserias? ¿No es esto un horror? ¿De que sirven los esfuerzos inauditos de nuestro Presidente Menem, viajando agotadoramente con su lujoso avión; intentando dar ejemplo de varón riojano con alguna modelo -anónima y especialmente elegida- y soportando agasajos y agasajos en los mejores hoteles del mundo… si están las Villas Miserias estropeándoselo todo? Si no confían en el problema serio que son la Villas Miserias pregúntenle a Alzogaray, que desde hace muchos años se pasó varios inviernos parpadeando por este problema, que alteraba el libre mercado… ¿Cómo pueden nuestros diputados presentar un proyecto para lavar esta imagen que tanto nos daña? ¿Toda esta cosa anti-estética, la vamos a cargar pesadamente sobre sus patrióticos hombros? Las Villas Miserias…ELIMINEMOSLAS… ¿Cómo? Mediante el mismo método que los anteriores, pero entregando a los niños como corresponde… ( No vamos a entregar a los niños así no más, digan lo que digan los economistas y el Fondo Monetario) Entregando a los niños bien, imitando a los policías y militares que los adquirieron “de buena fe”durante el proceso, pero dando garantías de que no se los quiten… Aunque esas viejas locas de Plaza de Mayo que los reclaman, están ya dentro del colectivo de los jubilados, con lo que el problema se termina y los niños podrían venderse a muy buen precio (sobre todo si hay algún rubio de ojos azules) al extranjero… De todo esto también la “mano de obra desocupada “ tiene amplia experiencia, con lo que le estaríamos dando trabajo efectivo ( y no changas como ahora) para rato…En cuanto a los lugares, limpios y desinfectados, se podrían convertir en PARQUES TEMATICOS y enviar los importantes ingresos a solventar un aumento general de sueldos -que ampliamente merecen- a nuestros esforzados diputados y senadores.
-Cuarto: LOS EXTRANJEROS… ¿ Ustedes me dirán que tienen que ver los extranjeros? Depende. Hay extranjeros y extranjeros… Están los que han hecho grandes fortunas y fundado grandes empresas, como Macri, por citar un ejemplo. Estos han demostrado su inteligencia y son ya parte de nuestra cultura financiera… Pero hay otros que lo único que han hecho es trabajar como burros, sin haber logrado más que muy modestas cosas, con lo que demostraron su escaso valor… Además la mayoría ya están jubilados, por lo que incluirlos en un viaje por el Río de la Plata acarrearía un problema internacional… Ustedes saben que cuando se trata de calumniarnos los países extranjeros son mandados hacer… Además véanlos ahora durante el mundial de fútbol, siguen hinchando por Italia o por España, por dar un ejemplo. Y aquí los de siempre dirán que los argentinos en el extranjero hacen lo mismo, pero a nosotros eso no nos interesa…Nos interesa lo de aquí…
-REPATRIEMOSLOS…Fíjense que bien suena: repatriarlos… Que los diputados (que son magos para eso) saquen una Ley de repatriación forzada, por lo que sea…No se me ocurre nada pero si los diputados se proponen sacar la Ley, la sacan y punto…Naturalmente que los bienes que tengan, si los tienen, se quedan aquí y pasan a sus herederos, que son argentinos nativos y estarán más que agradecidos…
-Resultado: se llevan el paquete que ya está inservible en Alitalía o en Iberia, por citar dos ejemplos, y nosotros mejoramos el nivel de vida de sus descendientes que, agradecidos, están para cualquier cosa…

-Quinto: LOS PRESOS COMUNES. (Políticos y de delitos especiales como quiebras bancarias y estafas de alto nivel no, porque entonces estaríamos apareciendo como incivilizados). ¿Cuánto comen? ¿Cuanto hay que gastar en policías cómplices y cuanto hay que invertir para atenderlos? ¿Cuanto se gasta para que aprendan en la cárcel nuevos métodos para delinquir, como es usual en cualquier penitenciaria que se respete? ¿Se imaginan Villa Devoto (el nombre es apropiado) convertida en un hotel para parejas y las utilidades (que serían muy importantes) trasladadas a fondos reservados para viajes de estudios de diputados y senadores, como hubieran sido los de este mundial? ELIMINÉMOSLOS… ¿Cómo?...Mediante el moderno método inventado en sus horas de descanso por Massera y Videla…

-Y ahora recapitulemos y echemos una mirada al nuevo país:

JUBILADOS: Muy pocos y muy selectos, con un excelente pasar…
DESOCUPADOS: No existen…
VILLAS MISERIA: ¿Qué es eso?
EXTRANJEROS: No hay. Todo el mundo aquí es argentino… Patriotismo absoluto.
PRESOS: Muy pocos, finos y elegantes, alojados en chalecitos muy coquetos a tal efecto.

-¿Qué imagen daríamos en el extranjero y en que lugar de las naciones más envidiadas estaría Argentina? ¿Cuantas inversiones en dólares, libras esterlinas, yenes, francos, marcos y ahora euros, vendrían a un país así? (Incluso del Vaticano, si sabemos mantener la reserva) En esto nos puede aconsejar muy bien Monseñor Primatesta.

-Pero hay más… Con los problemas del presupuesto solucionados y una D.G.Y. nadando en la abundancia, imagínense a nuestro diputados y senadores viajando continuamente por el mundo (siguiendo el ejemplo rector de nuestro Excelentísimo Presidente Menem) dando lecciones de democracia y de integridad parlamentaria por todo el orbe… ¿Vieron las lecciones que el diputado Alasino de dio a ese pedante de Juez Garzón en Madrid? ¡Los desplantes que le hizo! ¡Lo mató! Está bien que Garzón no lo recibió… porque le tuvo miedo…¡A nosotros con jueces dándose importancia! ¿Hay algún país en el mundo que tenga la variedad, calidad, colorido, especialidad en temas diversos (no se escapa ninguno) que el gran Presidente Menem (gracias a su liderazgo perspicaz) ha logrado reunir en la magistratura? Creo que también ellos deberían de viajar y dar una imagen de integridad moral en el exterior…Digo más: en ese contexto de bienestar social y abundancia económica parlamentaria, las reuniones de Gabinete deberían realizarlas nuestros ministros viajando y acompañando al Presidente en las salas BIP de los grandes aeropuertos internacionales: Fumichino, Orlí, Kennedy, Barajas, etc, y las de Congreso en los salones especiales de los grandes hoteles: Waldorf Astoria, Habana Hilton, Melia Castilla, Hyatt, Sheraton, Cesar Palas, etc, en todas las grandes capitales del mundo…¿Se imaginan en la selecta pizarra del hotel: “Hoy sesión parlamentaria del Congreso argentino, con la participación estelar del diputado fulanito”, por ejemplo? ¡Que paquetería y que envidia causarían en todo el mundo!

-Todo esto traería aparejado otras cosas menos importantes, pero que harían a nuestra imagen en el exterior. Por ejemplo: Declarar el programa de Mauro Viale de interés cultural, pasándolo por lo menos una vez al mes en las escuelas y universidades de todo el país. Relatar algunas de las sesiones de la cámara de diputados con Marcelo Araujo en los relatos y Don Niembro en los comentarios… Y tantas y tantas cosas que se pueden hacer sacándonos de encima el problema de la guita…

-Se preguntarán por que en un país donde hay tantos y tantos personajes dignos de ser recordados en un estudio económico social como este, menciono solamente a unos pocos. Precisamente porque son tantos, que nombrar a todos los que lo merecen ampliamente sería imposible y además injusto… El caso de Mauro Viale es especial por su invalorable enriquecimiento a la televisión argentina (aunque hay otros que aportaron muchísimo) y por la elección y el tacto para buscar personajes ejemplares que enriquecieran culturalmente sus programas: El Pastor, la Momia, Jacobo, el abogado (hay varios), las chicas amigas de Tarantini, el policía incorrupto y una larga cadena de seres dignos de su magnífico espacio. Además, en el caso de Mauro Viale, por su ductilidad increíble…

-En cuanto a Don Bernardo Neustard, porque su condición (reconocida o no) de “Patrimonio Cultural por Derechos Adquiridos en buena Ley”, no puede ser ignorada en un concienzudo estudio como este. Por otra parte yo le debo mucho a Don Bernardo. Siempre me conmueve cuando el Presidente Menem le dice: “sí Bernardo o no Bernardo” en un tono afectivo y coloquial, como si considerar un privilegio el poderlo llamar familiarmente por el nombre propio, y eso dice a las claras hasta donde ha influido en nuestra cultura este ser privilegiado.
-Él, Don Bernardo Neustard, me sacó de un gran engaño que yo arrastraba desde mi temprana niñez., y esta fue la anécdota: Hace varios años estuvo en Argentina la famosa periodista italiana Oriana Fallaci. Naturalmente Don Bernardo la llevó a su programa y en un momento en que la Fallaci le estaba dando con un caño, Neustard le dice muy suelto de cuerpo, sin ponerse rojo y sin que se moviera un músculo de la cara: “Yo daría mi vida para que Ud. pueda decir lo que piensa”…¡Fue una frase teatral sublime y yo me quedé mudo esperando ver crecer en la espalda de Don Bernardo una joroba inmensa, o que su nariz se proyectara hacía adelante como la de Pinocho, en forma descomunal! Pero nada de eso sucedió, y ahí aprendí que lo de la joroba y la nariz era una mentira grosera con la que me habían engañado desde niño…Posteriormente, el presidente Menem me hubiera sacado varias veces de ese embuste ridículo, pero ya Don Bernardo se le había anticipado salvándome de esa engañosa fábula infantil, lo que es motivo de mi agradecimiento eterno”.

Con este largo y estudiado monólogo debutó Edgardo Solano en una fiesta en el Club Independiente de Avellaneda. No las tenía todas consigo, cuando preparó grabaciones para distribuir entre algún oyente importante, porque algunas cosas eran demasiado fuertes y estuvo por cambiarlas, pero estaba enamorado de lo que había escrito; los compañeros de trabajo del banco lo habían festejado muchísimo y pensó que el tono irónico, socarrón y de doble intención del monólogo lo admitía y la gente, ante esa doble intención mordaz, lo festejaría. Y así fue. A pesar de que había en la sala políticos, jubilados y extranjeros, todo el mundo celebró el tono sarcástico y burlón a carcajadas. Había incluso un diputado (lo supo después) y las risas generales y el aplauso final fueron totales, sin que él pudiera percibir el menor rechazo.
Fue una noche gloriosa y la confianza en si mismo de Solano subió por las nubes. A partir de ahí, las dudas en cuanto al éxito de su interpretación desaparecieron y después de esa noche, no estaba dispuesto a permitir que ningún otro interprete le robara la gloria total, dejándole solamente la de autor. Él no era Enrique Pinti, ni Tato Bores, pero los aplausos y las risas continuas estaban ahí… El triunfo apoteótico era cuestión de tiempo. Y es que los compañeros del banco le habían insistido en la búsqueda de un intérprete consagrado para asegurarlo. Hubo hasta quien se ofreció para llevárselo a Pinti, el interprete ideal, pero no. Además Pinti escribía sus propios monólogos, según le habían dicho. No, él se sabía de memoria el monólogo (porque lo había escrito) y lo hacia bien; los aplausos de esa noche lo probaban. ¿Por qué compartirlo? Sin embargo la duda volvía a veces y lo atormentaba…A pesar de que era uruguayo, había llegado a la Argentina a la edad de 6 años y ahora tenía 36, así que llevaba en este país cinco veces más tiempo que en el de nacimiento y lo sentía como propio, pero tenía ese temor. Sabía que hay cosas que en un nativo caen bien y provocan la risa, pero en un extranjero encienden el chauvinismo patriótico. Uno mismo pude reírse de si mismo, pero es distinto si es otro el que se ríe de vos… Los españoles se ríen de los chistes de gallegos cuando los cuentan ellos, pero se ofenden cuando los cuentan los argentinos… Esto se lo decía una y otra vez y le preocupaba… Como autor su nacionalidad no lastimaría –y hasta pasaría desapercibida- pero como intérprete del monólogo no, porque es distinto el que lo escribió que el que lo dice; este es el protagonista… No importaba que él se sintiera tan argentino como el que más, con una mujer y dos hijos argentinos, ni los treinta años que llevaba aquí, era uruguayo… Enrique Solano se debatía consigo mismo entre asegurarse el éxito y quedarse con toda la parte del león -como autor e interprete- corriendo ese riesgo, pero recibiendo todo el aplauso y todo el dinero; o buscar el intérprete exitoso que se llevaría la tajada más grande y los aplausos, asegurándose la más modesta parte de autor, y estar tranquilo. Pero un llamado telefónico imprevisto lo sacó de la ambiciosa, ególatra y cruel duda.
La noche triunfal del Club Independiente varias personas (entre ellas el diputado peronista) le habían pedido el casete y el teléfono al felicitarlo, con la intención de llamarlo para futuras actuaciones. Aunque su intención era llegar a un solo escénico como Pinti, sabía que antes de eso debía de construirse la fama. Estaba dispuesto y preparado para aceptar lo que fuera para lograrlo, así es que a todo el mundo se lo dio. Su sorpresa fue grande cuando el primer llamado a su casa, tres días después, fue del empresario teatral Pepe Parada, que le dijo sin vueltas:

-¡Hola! Soy Pepe Parada… Me hicieron escuchar la grabación del monólogo; es muy largo pero bueno…Decíme: ¿por los derechos de autor, lo tenés registrado? Bueno, si lo tenés venite por mi oficina que me interesa hablar con vos. No hagas nada hasta que hablemos. Estoy montando un espectáculo sensacional para Mar del Plata y, acortándolo un poco, hay un lugar para vos. Te dejo con mi secretaria; ella te va a dar la dirección y la hora. Te espero.

Edgardo Solano, que apenas pudo contestar con monosílabos, tomó los datos de la secretaria que lo citaba pera el día siguiente a las once de la mañana, horario que tuvo que cambiar para las cinco de la tarde por su trabajo en el banco. No alcanzó a recuperarse de la sorpresa, cuando sonó el teléfono de nuevo y una agencia de turismo le pedía conversar personalmente para decir el monólogo en un congreso de economistas en el Hotel Sheraton, al día siguiente durante la cena. Sería el único espectáculo.
Edgardo Solano estaba eufórico, nervioso y aturdido, ante las posibilidades que repentinamente se le abrían, y cada vez la posibilidad del éxito individual de autor e intérprete, exclusivo y excluyente, alimentaba más su ego y su codicia, haciéndole olvidar de sus temores. La llamada de Pepe Parada le confirmaba que lo suyo y su forma de decirlo valía, pero tener que reducir el monólogo y ser uno más no lo satisfacía ya, sabiendo (y eso lo probaba el otro llamado) que podía hacer un espectáculo solo. Rápidamente, acicateado por el entusiasmo, tomó la decisión: Iría primero a la empresa de turismo y arreglaría para el Sheraton. Al día siguiente, con los resultados y el dinero ganado en el bolsillo, iría a ver a Pepe Parada, poniéndole como motivo de no haber ido a la cita problemas en el banco.

El monólogo en el Sheraton, por el que cobró casi el doble, tuvo igual repercusión que la noche del Club Independiente y tal vez más, tomando en cuenta el tipo de público y las risas generales continuas. Pero el espaldarazo impensado vino de la persona que le dio una tarjeta de la Secretaría de Gobierno de la Nación, y se llevó el casete, diciéndole que llamara al día siguiente sábado, para concretar una representación en la quinta presidencial de Olivos con la presencia del Presidente.
Cuando regresó a su casa y lo comentó con su mujer, Silvana, su euforia estaba por las nubes, aunque una nueva preocupación empezó a atormentarlo. ¿Cómo tomaría el Presidente las bromas que hacía repetidamente a costa suya? El temor de un enojo del Presidente lo atormentaba, cuando el sábado por la mañana fue a retirar la invitación para presentarse a la cena en la quinta de Olivos. No podía suprimir nada, porque ya estaba en la grabación que se habían llevado y no podía cambiarla.
La cena presidencial, para unas treinta y cinco o cuarenta personas, hombres y mujeres, de importantísima participación política, era esencialmente pizza con champaña Dom Pérignon y totalmente informal, por lo que Edgardo Solano, totalmente descolocado entre todas esas personalidades, fue invitado a participar. Cuando llegó el momento de decir el monólogo las piernas le temblaban y por un momento pensó que iba a desmayarse… Empezó mal, pero superado ese momento terrible en el que temió fracasar, el oficio que ya había adquirido entre sus compañeros del banco, en los clubs de barrio y en las últimas actuaciones consagratorias, se impuso, y cuando las primeras risas aparecieron salvadoras, el monólogo tomó cada vez más aplomo y efecto. El miedo se esfumó totalmente cuando el Presidente festejó las referencias a si mismo y, cuando dijo de su machismo riojano con alguna modelo selecta, el Presidente comento entre risas:
-¿De donde salió este tipo? ¡Me estuvo siguiendo!
La carcajada fue general y a partir de ahí, Solano, totalmente confiado en si mismo, tuvo un éxito apoteótico. El hombre desubicado y desapercibido, pasó a se el héroe de la noche y el propio Presidente -insólitamente divertido con las referencias irónicas a su persona- lo felicitó calurosamente diciéndole:
-¡Muy bueno! ¡Muy bueno! Déjele todos los datos a mi se secretario que lo voy a llamar varias veces para se diviertan con su Presidente… ¿Vos escribiste todo? ¡Buenísimo! Nos vamos a ver pronto…
Le pagaron tres veces más de lo que había cobrado en el Sheraton y cuando llegó a su casa, Edgardo Solano no tenía más temores y estaba seguro, de que en un tiempo breve, competiría con Enrique Pinti el éxito de un monólogo en algún teatro de primer nivel.
Al día siguiente domingo, Solano estaba solo en casa cuando sonó el teléfono; se había acostumbrado mal y fue a atenderlo esperando una felicitación o un elogio más. Levantó el tubo y una voz cavernosa al otro lado le espetó a boca de jarro:
-Uruguayo ¡Hijo de puta! Terminála con los paseos en helicóptero, porque si seguís, sos vos el que llegará nadando a Montevideo…No te agrandés porque vas a la quinta de Olivos…Dejá el monólogo o sos boleta…, y colgó.

Solano se quedó mudo. Esto nunca lo hubiera esperado; quizá un rechazo…, pero una amenaza de muerte…Un minuto antes estaba en la nubes, viéndose a si mismo ascender velozmente y ese llamado amenazante tiraba por los suelos todo lo que había logrado. ¿Cómo sabía el que llamaba que había estado en la quinte de Olivos? No había ido al banco desde el viernes, donde comentaba con sus compañeros de tareas y solo su mujer Silvana sabía eso…
Cuando llegó Silvana con los chicos la llamó a la habitación y le contó. Ella, que ya saboreaba el triunfo de Edgardo, si había contado todo a sus amigas durante la tarde y furiosa, porque le arrebataban el triunfo, no aceptaba la amenaza, y menos ahora que hasta el Presidente lo había felicitado…
-¡Tenés que hablar con el Presidente! ¡Tenés que contárselo! ¡No dejés que te asusten!…

Estaba furiosa porque le arrebataban la gloria que ya había difundido y saboreado; en lo que menos meditaba era en que la amenaza fuera real y Edgardo Solano corriera peligro de muerte… Pero Solano no pensaba así. La voz amenazante sonaba en sus oídos y un temor creciente le decía que la amenaza era algo más que eso… ¿Cómo podía decírselo al Presidente? Toda la tarde del domingo fue un calvario de temores y dudas, en las que la actitud de su mujer, que negaba lo evidente por temor a perder lo que ya creía logrado, lo desesperaba aún más.

El lunes en el banco relató lo de Olivos, pero no pudo participar de la alegría de los compañeros de trabajo, porque no les contó del llamado y la amenaza. Necesitaba hablar con el Presidente antes de hacer nada, así que simuló un dolor físico para justificar su estado de ánimo. El gerente le permitió retirarse antes de la hora de cierre y, cuando llegó a su casa, había un llamado de Pepe Parada y otro de la agencia de turismo para una convención en el Hotel Costa Galana de Mar del Plata. No sabía que hacer y la voz irritada de Silvana, que ignoraba totalmente el peligro, anteponiendo el triunfo (indirecto para ella) que ya se había imaginado, lo enfurecía. Para Silvana, aceptar la amenaza era poner en duda el éxito que ya daba por seguro y, totalmente irresponsable y egoísta, ante lo que podía perder, prefería minimizarla que reconocer un peligro real para su marido. Ninguno de los dos pensó -en ningún momento- en modificar el monólogo, suprimiendo lo que provocaba la amenaza, porque quizás en eso estaba el aplauso triunfal y todo lo que vendría con el…
Solano fue a ver a Pepe Parada después de concertar la cita y escuchó el proyecto y su posibilidad de participación acortando el monólogo. Habló del borderó y la participación en los beneficios, pero a Edgardo Solano, que simuló no sentirse bien como en el banco, para justificar su ánimo, no lo convencía y, de no ser por la maldita amenaza, sentía que su futuro éxito, con las muestras que ya había tenido, podía aspirar a más... La Presidencia, de ahí tenía que salir su decisión…
El martes fue un día tenso pero el que no hubiera un nuevo llamado lo calmó un poco, ayudado esta vez por Silvana que, para no poner en riesgo lo que ya saboreaba con sus amigas, prefería engañarse a si misma, auto convenciéndose de que nada pasaba, mas allá de una celosa broma de mal gusto. Pero el miércoles, Solano –que alternaba la calma y el miedo- intentó pedir una entrevista con el Presidente, a través de la tarjeta que guardaba de la Secretaría de la Nación. Pronto desesperó, dándose cuenta que, pese al reconocimiento obtenido, no lo lograría por mucho tiempo. Una cosa era una placentera cena informal divertida y otra, muy distinta, lograr una audiencia con el Presidente de la Nación.
El jueves, lleno de dudas, indefenso y molesto hasta la más agria irritación con la actitud superficial y egoísta de Silvana, estaba por llamar a la agencia de turismo para concretar su participación en la convención del Costa Galana de Mar del Plata, cuando llamaron de la Secretarías de la Nación, para una nueva representación el sábado en la quinta de Olivos.

En el momento en que le aceptaron la credencial que lo autorizaba a entrar, el único pensamiento de Solano era como decirle al Presidente de la amenaza que había recibido.
La recepción era idéntica y con el mismo menú de pizza y Dom Pérignon. En una cantidad aproximada de personas, entre las que estaban algunas de la reunión última y otras nuevas. Edgardo Solano reconoció a personalidades políticas y empresarias, que conversaban, entre bromas y risas, en un ambiente distendido y totalmente informal y bromista, con el Presidente, de muy buen humor. Solano se esforzó en que lo viera y en el momento de estrecharle la mano, le dijo apresuradamente:
-Señor Presidente ¿ puedo hablar con usted un instante?
-¡Que momento poco oportuno! ¿Qué le pasa hombre? ¿No me diga que trae un monólogo nuevo?
-¡Me amenazaron de muerte por teléfono!… por el monólogo…
-¿Ese era el problema? No se preocupe. Algún colega que le tiene envidia por que es muy bueno…Esas cosas pasaban en el proceso; ahora estamos en democracia… Cuando lo vuelvan a llamar dígale que está bajo mi protección; porque me encanta el monólogo y hoy invité a toda esta gente importante para que lo escuche… ¿Qué más quiere? ¡Tranquilo hombre, tranquilo! La gente que está aquí es la dueña del país y vienen a escucharlo junto a su Presidente… ¿Quién se va a animar a tocarlo? Amigo, en este momento sos el Rey…, después de mí claro…

El Presidente decía todo esto en voz alta y tono jocoso, provocando la risa general de los oyentes con su significativo: “después de mi”…
Luego de la broma el Presidente, de muy buen humor, giró su atención para otro lado y Solano disimuló su inquietud y se apartó prudentemente, al darse cuenta que el tono de diversión general le impedía tratar seriamente su problema. Le quedaba una última oportunidad, finalizada su actuación, y a ella se aferró, repasando mentalmente el monólogo para no defraudar al Presidente.

Nuevamente empezó vacilante, pero a medida que escuchó las risas, Solano se metió en el personaje y los aplausos, festejos y aceptación, fueron totales, particularmente del Presidente, que disfrutó todas y cada una de las ironías mordaces sobre su persona, riéndose a carcajadas. Cuando terminó, los aplausos y el ambiente de risa era tal, que Solano no pudo decir una sola palabra de su problema y solamente agradecerlos.

Esa noche mientras Silvana festejaba el éxito, Solano no durmió. Se esforzaba en restarle importancia y pensar que estaba bajo la protección del Presidente, pero le era imposible convencerse… ¿Y si estaba atormentándose por nada?
La tarde del domingo estaba solo en la casa viendo el partido de fútbol, cuando sonó el teléfono. Atendió y, aterrado, sintió la voz:

-¡Te advertimos uruguayo de mierda! ¡hijo de puta!, boludo …Ahora gil, bancáte lo que viene y decile al presidente que te ayude… ¡Sos boleta!…, y colgó.

Lo que quedó de la tarde fue un infierno y cuando llegó Silvana después de un cumple años con sus amigas y de festejar el éxito clamoroso de Edgardo, aún fue aún peor, por el choque irascible y frustrante que se generó entre los dos…Encerrados en la habitación para que no escucharan los chicos, Silvana, desquiciada -después de pavoneado con sus amigas- culpaba irracional a su marido de un enfermizo propósito de amargarla, quitándole sus momentos de alegría y Edgardo, desesperado y temeroso, le gritaba su insensibilidad y su egoísmo estúpido, intentando ignorar lo que pasaba…

Por la mañana del lunes Solano fue muy temprano a la comisaría cercana a su casa donde hizo la denuncia, dejando una grabación del monólogo, y en el banco habló con el gerente y contó todo. Fue una conmoción y el gerente, ante su estado de ansiedad, le dio permiso para que fuera al médico, aconsejándolo ir después a la casa de gobierno, contar su actuación en la quinta presidencial, y hacer lo imposible por ver al Presidente y contárselo, aunque tuviera que quedarse en la antesala días enteros. Deambuló caminando por el centro el resto de la mañana, sin saber que actitud tomar, hasta que tomó la decisión de acudir a su casa a cambiarse y seguir el consejo del gerente de ir a la Casa Rosada para intentar ver al Presidente y contárselo. Después de todo él no era un desconocido y, si lograba hacerle saber que estaba allí, lo recibiría. Se bajó del subte en la estación Medrano y cuando llegaba a su casa en la calle Humahuaca, dos hombres corpulentos se le pusieron uno a cada lado.

-¡Caminá y subíte atrás en ese Falcon azul que está en la esquina! No hagás el menor intento o te quemo…

Y dijo esto al tiempo que le apretaba contra la cintura el caño de una pistola escondida en el bolsillo del piloto, mientras el otro le pasaba el brazo por el hombro, como si fuera una actitud amigable.
En el Falcon había un hombre en el volante. Subió atrás obedeciendo y cuando uno de ellos subió por el otro lado, le ordeno tirarse al piso, al tiempo que le ponía una capucha por la cabeza que le impedía ver. El coche, con los otros dos adelante, arrancó rápidamente mientras el de atrás le ataba las manos con una fuerte soga.

-Andá derecho… dijo el que se había sentado junto al que manejaba y durante un largo tiempo -que Solano no pudo precisar- escuchaba los intensos ruidos del tráfico, sin que los hombres intercambiaran entre si una sola palabra.

Habría pasado una hora o tal vez más, porque los huesos le dolían por la incómoda posición, cuando los ruidos del tráfico disminuyeron y el Falcon saltaba mas lento por lo que debía ser un camino de tierra. El coche paró y tuvieron que ayudarlo a bajar, porque estaba entumecido y no podía moverse. Solano escuchaba -claramente ahora- el ruido de un helicóptero a escasa distancia…Del brazo de los dos, uno de cada lado, caminaron un breve trecho por lo que parecía el campo abierto y entraron a un lugar.

-Dale la pastilla y un vaso de agua que la trague… dijo el que parecía mandar
-Si; Capitán…
-¡Te dije que ahora no me llamés por el grado! ¡Dale la pastilla y no seas boludo! ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?

Edgardo Solano reconoció en el que aparecía como capitán la voz del teléfono. Todo el miedo que había sentido se había convertido ahora en una aguda atención, de la que dependía su vida, y a sus oídos no se les escapaba el menor ruido. Sabía que le darían una pastilla y su agudo sentido de conservación pensó rápidamente en simular tomarla, sin tragársela, porque quizás de eso dependía su posibilidad de seguir vivo. Le pusieron la pastilla en la mano, al tiempo que le levantaban la capucha hasta la nariz para que se la llevara a la boca. Solano vio el piso de baldosas viejas y sucias llevándose la pastilla a la boca, pero rápidamente con la lengua la metió entre su prótesis inferior y el labio, sujetándola allí firmemente con la lengua para que al tragar el agua no se moviera. Enseguida le pusieron en la mano el vaso de agua que bebió, y la pastilla quedó allí, ajustada entre el labio inferior y la prótesis.

Edgardo Solano había vivido una semana terrible. Todo su mundo, en el que esperaba igualar a Enrique Pinti con su monólogo -ya tenia las pruebas de que podía lograrlo- se venía abajo por los llamados telefónicos y su pareja se desarmaba ante la incomprensión y el egoísmo estúpido de Silvana, cambiada totalmente por la vanidad, anticipada ante sus amigas, de su posible triunfo. Solano tenía miedo ante los golpes adversos de la vida, pero no era cobarde en las situaciones límite; excesivamente prudente para arriesgar su cuerpo físico; cuando la prudencia ya no servia, decidido y valiente. Así que todo su ser estaba atento a la menos posibilidad de escapar con vida, o morir como su padre –tupamaro- le había inculcado: con dignidad ante lo inevitable. Ahora pensaba con todas las células de su ser como deshacerse de la pastilla que tenía en la boca, antes de que la saliva la deshiciera tragándola con ella. Cuando sintió la conversación a unos metros de distancia, metió las dos manos atadas por debajo de la capucha y escupió la pastilla entre las dos, metiéndola por entre los dos botones de la camisa. Se preguntaba cual sería el efecto de la pastilla, para aparentarlo, y el sentido común le decía que debería ser una droga para adormecerlo, así que, a los pocos minutos, empezó a simular estar semi dormido…
Sonó un teléfono celular y la voz del “capitán” contestó:

-¡Hola! Si…lo tenemos aquí y esperábamos sus ordenes para llevarlo…No, no hablamos ni él dijo en todo el viaje una sola palabra…Esta bien señor; está todo en marcha y no habrá problemas… ¡A sus órdenes!

Inmediatamente tomaron a Solano por los dos brazos y lo llevaron caminando por lo que a él le parecía campo abierto hacia el helicóptero, que aumentaba a cada paso el ruido. El uruguayo -que aparentaba estar mareado- caminaba vacilante, apoyándose en los dos brazos que lo sostuvieron firmes, obligándolo a agacharse hasta subirlo al helicóptero. Un segundo después aumentó poderosamente el ruido y Solano sintió que se elevaban. Llevarían quince o veinte minutos de vuelo –le era imposible precisarlo- cuando la voz del “capitán” dijo:

-¡Sacále la capucha y soltálo! Aunque está medio dormido que sepa a donde va, por hacerse el vivo… Haber si el turco, que le dijo que estaba bajo su protección, lo saca de aquí…

Solano tardó en recobrar la claridad de la vista y se frotó las muñecas levemente cuando lo soltaron, aparentando estar muy mareado. La puerta del helicóptero estaba abierta y al borde el capitán se sujetaba en ella. A su lado el que le había atado y puesto y sacado la capucha, y en los mandos el piloto; nadie más.

El helicóptero volaba bajo y Solano veía por la puerta abierta el agua amenazadora del Río de la Plata, por donde, evidentemente, pensaban tirarlo… No se hacía ya la menor ilusión de salvarse y sabía que suplicar era humillarse inútilmente. No le daría a su padre muerto esa vergüenza y si no lo mataban antes, y el “capitán”permanecía donde estaba, en el último instante intentaría llevárselo consigo...
-¡Viste uruguayo! Sos vivo y te mandaste el monólogo imitando a Pinti…Además Pinti es argentino y cuando sepa esto también se va a morder un poco más la lengua… ¿Querés saber cual es el invento de Massera y Videla? Bueno, aquí lo tenés… ¡Traélo para acá!
Solano sintió que lo empujaban hacía la puerta tratando de sostenerlo y cuando se acercó vacilante al “capitan”, aparentando estar semi dormido, se tiró sobre él abrazándolo y -al tomarlo desprevenido- fueron los dos abajo…

-¡Hijo de puutaaa!!...

Nada más en el aire, aún envueltos en el grito del “capitan”, se soltaron… y el agnóstico uruguayo, que veía aterrado como las inmensas y negras aguas del Río de la Plata subían velozmente a su encuentro para destrozarlo y engullirlo…, alcanzó a gritar:

-¡Dios mío!! ¡Ayúdamee!!
Manuelnain02 de diciembre de 2008

Más de Manuelnain

Chat